Controles de cambio y contramedidas de las empresas
Los gobiernos usan controles de cambio para gestionar el flujo de divisas y prevenir fluctuaciones extremas del tipo de cambio imponiendo restricciones a las transacciones de moneda. Las empresas pueden utilizar contratos a plazo, que implican un acuerdo para comprar o vender una cantidad específica de una moneda no convertible en una fecha futura a un tipo de cambio predeterminado frente a una moneda principal, para sortear estos controles.
Conceptos básicos
Los controles de cambio son restricciones impuestas por los gobiernos sobre las transacciones de moneda. Se utilizan para estabilizar las economías regulando la compra y venta de divisas. Estos controles ayudan a gestionar el flujo de moneda y a prevenir fluctuaciones excesivas del tipo de cambio. Sin embargo, no todos los países están autorizados a implementar controles de cambio. Solo los países con economías en transición están autorizados a emplear estas medidas.
Breve historia y principios de los controles de cambio
Tras la Segunda Guerra Mundial, varios países de Europa Occidental implementaron controles de cambio. No obstante, a medida que las economías de estos países se fortalecieron, estas medidas fueron eliminándose gradualmente. Por ejemplo, el Reino Unido suprimió sus últimas restricciones cambiarias en 1979. En general, los países con economías débiles o en desarrollo tienden a emplear controles de divisas para evitar la especulación. A menudo introducen controles de capital de forma simultánea para restringir la inversión extranjera.
Para prevenir la especulación, los países con economías débiles o en desarrollo pueden imponer restricciones al cambio o la exportación de la moneda local. En algunos casos incluso pueden prohibir el uso de moneda extranjera y su posesión por parte de los residentes. Otros métodos para aplicar controles de cambio incluyen la implementación de tipos de cambio fijos para desalentar la especulación, limitar las operaciones de divisas a cambiadores aprobados por el gobierno o imponer restricciones sobre la cantidad de moneda que puede importarse o exportarse.
Contramedidas de las empresas
Para sortear los controles de moneda y mitigar los riesgos cambiarios, las empresas suelen emplear una estrategia llamada contratos a plazo. Estos contratos implican un acuerdo para comprar o vender una cantidad específica de una moneda no convertible en una fecha futura a un tipo de cambio predeterminado frente a una moneda principal. Cuando vence el contrato, las ganancias o pérdidas se liquidan en la moneda principal, ya que la liquidación en la moneda restringida está prohibida por los controles.
En muchos países en desarrollo con controles de cambio, el uso de contratos a plazo está prohibido o restringido a fines específicos, como importaciones esenciales, y solo está disponible para residentes. Como resultado, los forwards no entregables (NDFs) se utilizan comúnmente en el exterior en estos países. La razón es que las regulaciones sobre la moneda local no pueden aplicarse fuera del país. Países como China, Filipinas, Corea del Sur y Argentina han tenido mercados offshore activos de NDFs.
Ejemplo de Islandia sobre controles de cambio
Durante la crisis financiera en Islandia, la economía del país colapsó en 2008. Los tres bancos más grandes de Islandia (Landsbanki, Kaupthing y Glitnir) habían crecido significativamente y estaban fuertemente invertidos, lo que condujo a la crisis. Como resultado, Islandia enfrentó una masiva salida de capitales, lo que provocó la devaluación de su moneda, la Krona. Los bancos quebraron y el país solicitó ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para estabilizar su economía.
Nuevos requisitos de reservas y reglas de divisas actualizadas
Bajo controles de cambio, los inversores con cuentas en krona en el exterior enfrentaban limitaciones para repatriar sus fondos. Sin embargo, en marzo de 2017, el Banco Central levantó la mayoría de estos controles, permitiendo nuevamente el movimiento de moneda islandesa y extranjera a través de las fronteras. Para regular los flujos de capital, el Banco Central implementó nuevos requisitos de reservas y actualizó las normas de divisas. Como parte de la resolución de disputas con inversores extranjeros, el Banco Central ofreció comprar sus tenencias de moneda a un tipo de cambio con descuento. Además, los tenedores extranjeros de bonos gubernamentales denominados en krona vieron obligada la recompra a un tipo reducido o que sus ganancias quedaran retenidas en cuentas de bajo interés de forma indefinida.
Conclusión
Los controles de cambio son una herramienta importante para que los gobiernos regulen el flujo de moneda y eviten fluctuaciones excesivas del tipo de cambio. Si bien pueden ser efectivos para estabilizar las economías, también pueden crear desafíos para las empresas que operan en países con controles. Para mitigar los riesgos cambiarios, las empresas suelen emplear contratos a plazo o forwards no entregables. La experiencia de Islandia durante su crisis financiera ilustra el impacto de los controles de cambio en los inversores y las medidas que los gobiernos pueden tomar para levantarlos.