El concepto de privity en el derecho contractual
La privity en el derecho contractual establece derechos y obligaciones entre las partes del contrato, a la vez que excluye a las personas no contratantes. La falta de privity implica ausencia de deberes o derechos contractuales. Protege a terceros frente a demandas relacionadas con el contrato. Sin embargo, doctrinas como la responsabilidad objetiva y la garantía implícita permiten que terceros demanden a fabricantes por productos defectuosos, independientemente de su participación en el contrato.
Conceptos básicos
El principio jurídico de privity en el derecho contractual establece que sólo las partes que intervienen en un contrato quedan vinculadas por sus términos y condiciones. Evita que terceros hagan valer el contrato o sean objeto de demandas relacionadas con él. La falta de privity se produce cuando las partes no tienen obligaciones contractuales entre sí, lo que genera la ausencia de obligaciones, responsabilidades y derechos específicos.
Privity en el derecho contractual y sus excepciones
La privity es un concepto crucial en el derecho contractual que busca proteger a terceros de ser demandados en relación con un contrato. Evita situaciones en las que, por ejemplo, un inquilino no pueda demandar al anterior propietario de una vivienda por no cumplir obligaciones de reparación establecidas en el contrato de compraventa entre vendedor y comprador, ya que el inquilino carece de privity con el vendedor. Aunque la privity ha planteado dificultades, se han desarrollado varias excepciones para resolver estos problemas.
Compañías de seguros
En el derecho contractual, la doctrina de la privity establece que un beneficiario de una póliza de seguro de vida no puede hacer cumplir el contrato si no fue parte de él y el tomador de la póliza ha fallecido. Sin embargo, para corregir esta potencial inequidad existen excepciones a la doctrina de la privity. Una de ellas es la existencia de contratos de seguro a favor de terceros, que permiten a terceros presentar reclamaciones basadas en pólizas emitidas en su beneficio. Además, en ciertas situaciones, un tercero involucrado en un accidente de tráfico con un vehículo asegurado puede demandar a la compañía de seguros tras obtener una sentencia favorable contra el propietario del vehículo.
Garantías de productos
Las garantías de los fabricantes respecto a productos son una excepción a la privity. En el pasado, sólo las partes implicadas en el contrato original podían demandar por incumplimiento de la garantía. Como resultado, los consumidores tenían que demandar a los minoristas por bienes defectuosos porque no tenían un contrato directo con el fabricante. Sin embargo, doctrinas legales modernas, como la responsabilidad objetiva y la garantía implícita, ahora permiten que beneficiarios terceros interpongan demandas. Esto incluye a los miembros del hogar del comprador que razonablemente pueden esperarse que usen el producto.
Acuerdos restrictivos para terceros
En determinadas situaciones, un tercero puede quedar obligado por un acuerdo restrictivo. Por ejemplo, consideremos un supuesto en el que los propietarios desean vender su casa con la condición de que el comprador acuerde no realizar cambios en el diseño de la vivienda. Si el comprador vende la casa a un tercero y se cumplen criterios específicos, el tercero puede verse legalmente obligado a respetar las condiciones impuestas por los propietarios originales.
Contratos con fideicomisarios
Un contrato entre un fideicomisario y otra parte puede afectar al beneficiario en ciertos casos. Por ejemplo, si se celebra un contrato entre el fiduciario de un fideicomiso y otra parte, el beneficiario del fideicomiso puede hacer valer sus derechos bajo el mismo y demandar, incluso si no participa directamente en el contrato. La doctrina de la privity está estrechamente relacionada con la doctrina de la consideración. Esta última establece que una promesa es jurídicamente vinculante sólo si se entrega algo a cambio de dicha promesa, salvo que se prometa mediante escritura pública.
Negligencia
Los terceros que no han celebrado un contrato con una parte negligente pueden interponer una demanda si sufren una lesión personal debido a esa negligencia.
Privity horizontal vs. vertical
En el derecho contractual, la privity horizontal se refiere a la relación entre las partes originales que establecieron el contrato. Por otro lado, la privity vertical concierne a la relación entre una parte original y un sucesor.
Ejemplo de privity en el derecho contractual
Consideremos el siguiente ejemplo. Sarah alquiló un apartamento de dos dormitorios en Los Ángeles a su amiga Alex, quien lo arrendó al propietario real, Mark, con permiso por escrito. A pesar del permiso, Alex sigue siendo responsable de sus obligaciones como inquilina frente a Mark.
Tras tres meses, Sarah organizó una fiesta que causó 5.000 dólares en daños al apartamento. Mark envió la factura a Alex, quien reclamó el pago a Sarah. Sin embargo, Sarah abandonó el apartamento e ignoró los intentos de Alex por recuperar los daños y la renta impagada.
Dado que Alex es la inquilina original figurante en el contrato de arrendamiento, ella es responsable de cualquier daño y debe pagar la renta y cumplir todas las obligaciones del contrato. Como Sarah no tiene una relación directa con el propietario (Mark), Alex debe pagar los daños o iniciar acciones legales. No obstante, Alex también puede demandar a Sarah, ya que Sarah mantiene una relación directa con Alex.
Conclusión
La privity es una idea fundamental en el derecho contractual que establece derechos y deberes legales entre las partes que han celebrado un contrato, a la vez que excluye a quienes no participan en el mismo. Sin embargo, se han creado excepciones a esta idea para afrontar posibles injusticias, como los contratos de seguro a favor de terceros y las doctrinas legales modernas. Conocer la privity y sus excepciones es esencial para empresas y particulares que celebran contratos entre sí.