Equilibrando los plazos de producción de petróleo y gas
La capacidad de la industria del petróleo y gas para responder a las fluctuaciones de precios se ve limitada por procesos de producción complejos y que consumen mucho tiempo. Este artículo explora las distintas etapas de la producción de petróleo y gas, desde la selección del emplazamiento del pozo hasta la fracturación hidráulica, y los desafíos que plantea añadir nuevos yacimientos. También examina las restricciones al crecimiento de la producción, incluidas las interrupciones en la cadena de suministro, la escasez de mano de obra y la disponibilidad de capital.
Conceptos básicos
La complejidad caracteriza la respuesta de la industria del petróleo y gas a los cambios en los precios de la energía. Aunque los precios más altos normalmente incentivarían un aumento de la producción, los productores evitan lanzarse a nuevas perforaciones debido al proceso intrincado y los costos iniciales involucrados. Este enfoque cauteloso conduce a una respuesta lenta en la producción, provocando desequilibrios de mercado y requiriendo fluctuaciones de precios significativas para restaurar el equilibrio. Esta volatilidad crónica disuade a los productores de tomar decisiones apresuradas de suministro a largo plazo. Este artículo explora los plazos y complejidades de desarrollar producción adicional de petróleo y gas, en particular en formaciones de lutita (shale) y en ubicaciones offshore.
Preparación del emplazamiento y proceso de perforación
Identificar emplazamientos adecuados para pozos es un proceso largo e intrincado, incluso en reservorios de petróleo y gas ya establecidos. Los ingenieros de petróleo se esfuerzan por maximizar la producción de un yacimiento a la vez que minimizan el impacto negativo de cada nuevo pozo sobre la producción de los pozos cercanos y optimizan el inventario de ubicaciones de perforación.
En regiones como la lutita Barnett cerca de Dallas, la preparación de un emplazamiento para perforación lleva de una a tres semanas. Esta preparación incluye actividades como desbroce, cercado, excavación del estanque de fracking y movilización del equipo necesario. Posteriormente se realizan los preparativos de perforación, que también duran entre una y tres semanas.
Plazos de perforación: lutita frente a offshore
La perforación de un pozo moderno en lutita suele abarcar entre dos y cuatro semanas. En los últimos años, las eficiencias en perforación han derivado en laterales más largos en lugar de tiempos de perforación más cortos, reflejando un cambio general de la industria hacia pozos horizontales. Por ejemplo, Pioneer Natural Resources Company (PXD), un productor destacado en la Cuenca Pérmica, tardaba entre 14 y 25 días en perforar pozos de 10.000 pies de profundidad con un lateral horizontal de 20.000 pies hacia 2018.
En contraste, la perforación de pozos offshore presenta otro conjunto de desafíos. Puede prolongarse durante tres o cuatro meses y costar entre $120 millones y $160 millones por pozo, con los proyectos más complejos pudiendo llevar hasta un año. Los pozos offshore son significativamente más caros que los onshore, llegando los costos de perforación offshore en África Occidental a ser hasta 30 veces los de la perforación de lutita en EE. UU.
Proceso de producción de petróleo y gas
Tras la fase de perforación se retira la torre de perforación y se prepara el pozo para la fracturación hidráulica. Los pozos en formaciones de lutita requieren un lavado a alta presión con fluidos diseñados para crear fracturas en la roca y mantenerlas abiertas, liberando así petróleo y gas. Este paso tarda aproximadamente una semana después de la finalización de la perforación, y el propio proceso de fracturación hidráulica dura alrededor de diez días, dependiendo de la longitud de los segmentos laterales.
Tras la fracturación hidráulica, la colocación de tubería de producción añade otra semana, seguida por dos a tres semanas de flowback. El flowback marca la etapa inicial de producción en la que el petróleo y el gas se mezclan con agua y arena.
Desafíos en el desarrollo de nuevos yacimientos
Si bien es posible perforar y poner en servicio nuevos pozos relativamente rápido en reservorios establecidos, los plazos para la producción en campos totalmente nuevos son mucho más extensos. Esto se debe a los extensos requisitos de permisos y a la necesidad de construir infraestructura como oleoductos e instalaciones de almacenamiento.
Los estudios han mostrado que los mayores yacimientos de petróleo y gas del mundo tardan, en promedio, 5,5 años desde el descubrimiento hasta la producción inicial y requieren 17 años de producción, en promedio, para alcanzar su pico de producción. El proyecto de gas natural Gorgon de Chevron Corporation (CVX), ubicado frente a la costa de Australia, sirve como ejemplo ilustrativo: tomó 30 años desde el descubrimiento hasta la construcción y seis años adicionales para empezar a producir gas natural licuado.
Retos en el desarrollo
La capacidad de añadir producción de petróleo y gas en campos ya establecidos, incluso en plazos más cortos, depende de factores como la disponibilidad de mano de obra y equipo. Estos factores se volvieron más limitados tras las interrupciones en la cadena de suministro y los mercados laborales ajustados derivadas de la pandemia de COVID-19. En la Cuenca Pérmica, el principal reservorio productor de EE. UU., los retrasos en la entrega de materiales, incluidas tuberías y arena, estaban frenando el crecimiento de la producción en marzo de 2022, según la directora ejecutiva de Occidental Petroleum Corporation (OXY), Vicki Hollub.
Otra limitación para la producción de petróleo y gas es la disponibilidad de capital, particularmente acusada en el caso de la producción en lutita. Esto se debe a la caída más rápida en la producción de los pozos de lutita en comparación con los convencionales. Para compensar estas caídas, hay que perforar constantemente más pozos. Las preferencias de los inversores han favorecido a las empresas que devuelven el exceso de flujo de caja en dividendos o recompras de acciones en lugar de un gasto de capital sustancial, incluso cuando los precios del petróleo y gas se dispararon a principios de 2022.
Además, el inventario limitado de ubicaciones de perforación altamente rentables plantea otro desafío al crecimiento de la producción de petróleo y gas. Esta limitación ya era evidente en la Cuenca Pérmica en 2022.
Conclusión
La producción de petróleo y gas es una actividad compleja, que consume tiempo y resulta costosa. Como resultado, la respuesta de la industria a las señales de precio es lenta, y los perforadores estadounidenses se enfrentan a desafíos adicionales debido a la rápida caída de la producción en los pozos de lutita. Comprender estos plazos y restricciones de producción es crucial para entender la dinámica del mercado del petróleo y gas, donde la oferta y la demanda buscan continuamente un delicado equilibrio.