Explicación del 'opinion shopping'
'Opinion shopping' ocurre cuando las empresas buscan auditores dispuestos a ofrecer valoraciones favorables sobre su situación financiera. Prestamistas e inversores confían en evaluaciones independientes para tomar decisiones. Declarar falsamente el cumplimiento de normas contables puede ayudar a una empresa a seguir operando. Aunque la Securities and Exchange Commission (SEC) prohíbe el 'opinion shopping', su aplicación es difícil debido a que las empresas pueden cambiar de auditor.
Conceptos básicos
El 'opinion shopping' implica buscar un auditor externo que proporcione una evaluación favorable de la situación financiera de una empresa. Esta evaluación positiva, conocida como opinión sin salvedades, da la impresión de que los estados financieros están presentados con exactitud y cumplen con los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP). Como resultado, la empresa puede obtener financiación en mejores condiciones y mantener el apoyo de los inversores.
¿Cómo funciona el 'opinion shopping'?
Auditorías externas y la opinión del auditor
La SEC exige que las empresas públicas se sometan a auditorías externas y divulguen los resultados en sus informes anuales. Estas auditorías generan la opinión del auditor, una declaración de un auditor independiente que evalúa la calidad de los informes financieros.
Opiniones con salvedades y sin salvedades
La opinión del auditor puede incluir salvedades o ser sin salvedades. Una opinión con salvedades indica preocupaciones sobre los principios contables de la empresa o la información proporcionada. El 'opinion shopping' ocurre cuando una empresa busca una opinión sin salvedades que confirme que sus estados financieros están presentados de forma justa según GAAP.
Implicaciones de la opinión del auditor
La opinión del auditor tiene implicaciones importantes. Las dudas sobre los informes financieros pueden disuadir a los inversores y dificultar la obtención de préstamos. También puede provocar una rebaja en la calificación crediticia, complicando la captación de capital. Prestamistas e inversores dependen en gran medida de evaluaciones independientes de los registros financieros de una empresa, por lo que una opinión positiva del auditor resulta crucial.
Empresas que recurren al 'opinion shopping'
A pesar de saber que los reguladores lo desaprueban, algunas empresas recurren al 'opinion shopping'. Buscan auditores que pasen por alto las deficiencias en sus informes financieros.
Breve historia
Los reguladores se preocupan por el 'opinion shopping', prohibido por la SEC, debido a escándalos financieros pasados que involucraron a empresas como Enron, Tyco y WorldCom. A pesar de leyes como la Sarbanes-Oxley Act de 2002, diseñadas para prevenir informes financieros fraudulentos, el 'opinion shopping' sigue siendo frecuente. Un estudio de la American Accounting Association (AAA) reveló que más de la mitad de las empresas estadounidenses en problemas financieros buscan activamente auditores que ofrezcan opiniones favorables. Esta estrategia parece dar resultados, ya que la investigación mostró que quienes practican 'opinion shopping' reciben menos opiniones de 'going concern', que expresan dudas sobre la capacidad de una empresa para continuar, en comparación con quienes no lo hacen.
Señales de alerta y áreas grises
Cuando una empresa cambia de firma auditora con rapidez, surge la sospecha de 'opinion shopping'. Estas empresas pueden esperar beneficios significativos que compensen los costos de cambiar de auditor. Los auditores también afrontan costes iniciales al aceptar un nuevo cliente, por lo que puede existir presión para emitir evaluaciones positivas hasta recuperar esos gastos.
Algunas empresas pueden despedir a auditores que revelen información crítica sobre sus prácticas contables. Esto puede influir en que los auditores sean más indulgentes y flexibles para atraer más negocio. Sin embargo, buscar una segunda opinión no siempre indica mala conducta. Las empresas son libres de consultar a otros contadores para encontrar una mejor adaptación a su negocio o para reducir honorarios de auditoría.
Puede resultar difícil determinar si los cambios se hacen únicamente para obtener opiniones más favorables. Un patrón consistente de cambios de auditor o un movimiento desde una firma de las 'Big Four' a una más pequeña deseosa de nuevos clientes puede ser una señal de alerta que merezca sospecha.
Conclusión
Aunque el 'opinion shopping' pueda parecer una solución rápida para asegurar financiación, conlleva riesgos significativos para prestamistas e inversores. Buscar opiniones sin salvedades puede llevar a una representación inexacta de los estados financieros, dañando la reputación y las perspectivas a largo plazo de la empresa. Los reguladores siguen vigilando de cerca esta práctica, y las empresas deberían priorizar el cumplimiento de las normas contables y una presentación financiera ética para mantener la confianza de los inversores.