Explorando las principales regulaciones financieras del siglo pasado
Las regulaciones financieras implementadas en el siglo pasado buscan prevenir colapsos bursátiles, garantizar un trato justo a los clientes y disuadir actividades fraudulentas. Regulaciones como Glass-Steagall, Dodd-Frank y la FDIC han influido profundamente en las políticas monetarias, económicas y de inversión de EEUU. Han desempeñado un papel crucial en la supervisión de asesores financieros, banqueros y de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, generando confianza en los consumidores y priorizando sus intereses en el panorama financiero.
Fundamentos
La regulación del mercado es un tema que provoca diversas opiniones. Algunos abogan por la autorregulación, mientras que otros apoyan la intervención gubernamental. Unos pocos prefieren la autorregulación como la mejor opción. A lo largo de los años se han implementado varias regulaciones financieras para prevenir colapsos bursátiles, garantizar un trato justo a los clientes y disuadir actividades fraudulentas. Exploremos las principales regulaciones financieras del siglo pasado y sus beneficios para el mercado y las personas.
La Ley Glass-Steagall de 1933
El 29 de octubre de 1929 ocurrió el Martes Negro, que desencadenó el Gran Crash y la devastadora Gran Depresión que afectó a innumerables vidas en Estados Unidos. En respuesta, se promulgaron varias regulaciones para evitar que se repitiera. Una medida significativa fue la Ley Glass-Steagall (GSA), también conocida como la Banking Act de 1933.
El colapso del mercado de valores se atribuyó a que los bancos asumían riesgos excesivos con sus inversiones, incluidos los fondos de sus clientes. La GSA buscó abordar este problema restringiendo a los bancos comerciales, que se dedicaban principalmente al préstamo, a participar en inversiones especulativas. Exigió que los bancos solo pudieran obtener hasta el 10% de sus ingresos por inversiones, excepto por bonos gubernamentales. La GSA permaneció en vigor hasta su derogación en 1999, pese a enfrentar una oposición considerable.
La Ley Bancaria de 1935
La Ley Bancaria de 1935 jugó un papel crucial al establecer la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) como entidad permanente. Sin embargo, su impacto fue más allá de eso. Esta regulación importante también llevó a la creación del Federal Open Market Committee (FOMC), que desempeña un papel central en la formulación de la política monetaria. Además, provocó cambios en la estructura y el funcionamiento de los miembros y comités de los bancos de reserva.
Estos efectos se han arraigado profundamente en nuestra política monetaria y financiera actual, haciendo difícil imaginar el sistema sin esta ley. El establecimiento de estas juntas sacó las decisiones sobre la creación de dinero del ámbito político, asegurando que las políticas monetarias de la nación no estén controladas por el partido que ocupe la Casa Blanca, ya sean republicanos, demócratas, independientes u otro grupo político.
Ley de la FDIC de 1950
La FDIC se estableció en 1933/1935, pero no fue hasta 1950 que el seguro de depósitos tal como lo conocemos hoy se desarrolló plenamente, respaldado por la plena fe y crédito del gobierno de los Estados Unidos mediante la Federal Deposit Insurance Act de 1950. Al principio, los depósitos estaban asegurados de manera diferente, ofreciendo cobertura hasta $2,500 en 1934. Con el tiempo, el monto de cobertura se ajustó por la inflación y ahora protege hasta $250,000.
La crisis de las cajas de ahorro y préstamos y FIRREA (1989)
En la década de 1980, Estados Unidos experimentó una gran crisis de cajas de ahorro y préstamos, uno de los mayores escándalos financieros de su historia, que contribuyó a tasas de interés elevadas en ese periodo. La gente trasladó su dinero desde las instituciones de ahorro y préstamos a fondos del mercado monetario para evitar la Regulation Q, una regulación que fijaba un tope a los rendimientos de interés en esas instituciones. En respuesta, las instituciones de ahorro y préstamo asumieron inversiones más riesgosas, respaldadas por la Federal Savings and Loan Insurance Corporation (equivalente de la FDIC para ahorros y préstamos), lo que llevó a una crisis financiera.
Para abordar esta crisis, el gobierno introdujo la Financial Institutions Reform, Recovery, and Enforcement Act (FIRREA). Estableció la Resolution Trust Corporation para cerrar entidades insolventes de ahorro y compensar a los depositantes que perdieron dinero. FIRREA agilizó el proceso de resolución de entidades de ahorro y préstamo e influyó significativamente en cómo depositamos dinero y ganamos intereses hoy en día.
Respaldo de la FDIC bajo FIRREA
Como parte de FIRREA, las instituciones de ahorro y préstamo estuvieron respaldadas por la FDIC. Esta ley de 1991 reforzó la autoridad de la FDIC al permitirle garantizar depósitos en dichas instituciones. Además, la ley permitió que la FDIC pidiera prestado al Tesoro en caso de reclamaciones significativas.
Ley Dodd-Frank de 2010
La Gran Recesión, una conocida crisis financiera, condujo a la implementación de numerosas regulaciones y a la demanda de un mayor poder para los consumidores. La Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act de 2010 fue un resultado significativo, con el objetivo de mejorar la estabilidad financiera, la transparencia y la responsabilidad, al tiempo que protege a los consumidores contra prácticas financieras abusivas. El establecimiento de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor fortaleció aún más la defensa de los consumidores y los esfuerzos de supervisión para evitar la explotación y garantizar un trato justo.
Conclusión
A lo largo del siglo pasado, varias regulaciones importantes han influido profundamente en las políticas monetarias, económicas y de inversión de Estados Unidos, dando forma al funcionamiento del dinero en el país. Estas regulaciones han desempeñado un papel crucial en la supervisión de asesores financieros, banqueros, la Reserva Federal y la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, generando confianza en los consumidores. Aunque algunas regulaciones pueden no funcionar siempre como se pretende, pueden adaptarse o derogarse. En general, el objetivo principal de estas regulaciones es fomentar la estabilidad económica y priorizar los intereses de los consumidores en el panorama financiero.