Factores clave a considerar al construir una cartera de inversión
Conceptos básicos
Comenzar como inversor principiante puede ser abrumador, ya que puede que no sepas por dónde empezar. No obstante, invertir puede ayudarte a acumular riqueza a largo plazo. Crear una cartera de inversión personal es un paso crucial para alcanzar objetivos financieros. Requiere una planificación cuidadosa y la consideración de diversos elementos, como la tolerancia al riesgo y la naturaleza de tus metas. Monitorizar y ajustar la cartera de forma constante es esencial para mantener la asignación de activos deseada.
¿Qué es una cartera de inversión?
Una cartera de inversión integral abarca la propiedad de diversos activos por parte de una persona, como acciones, bonos y criptomonedas. Invertir ofrece una oportunidad valiosa para acumular riqueza a largo plazo, aunque determinar el punto de partida ideal puede ser intimidante, especialmente con la aparición de opciones más recientes como las criptomonedas.
Construir una cartera de inversión personal constituye un paso vital para alcanzar metas financieras, y requiere una deliberación y planificación meticulosas que abarcan varios factores clave. Vamos a examinar más de cerca estas consideraciones fundamentales al establecer una cartera personal.
Comprender la tolerancia al riesgo para planificar la cartera
Al planificar una cartera, es fundamental evaluar la tolerancia al riesgo, que se refiere a la capacidad y disposición del inversor para soportar posibles pérdidas. Para inversores novatos, deben considerarse varios factores, incluidos la situación financiera, el conocimiento sobre inversión y los objetivos finales.
Definir objetivos
Establecer metas financieras es el primer paso para determinar la tolerancia al riesgo. Las aspiraciones a largo plazo, como ahorrar para la jubilación o generar patrimonio para generaciones futuras, difieren de objetivos a corto plazo, como comprar un vehículo o costear estudios superiores.
Estas metas influyen considerablemente en la gestión y tolerancia al riesgo, ya que determinan el horizonte temporal del inversor —el período durante el cual se mantendrán los activos antes de liquidarlos. Con un horizonte temporal más largo, los inversores pueden asumir mayores riesgos, dado que las fluctuaciones a corto plazo pueden compensarse con ganancias a largo plazo. Por el contrario, las personas con horizontes más cortos, como quienes planean comprar una casa en dos años, sufren contratiempos significativos por las variaciones inmediatas de precio.
Determinar la tolerancia al riesgo es esencial para desarrollar una estrategia de inversión que esté alineada con las metas financieras y el horizonte temporal de cada individuo.
Evaluar la situación financiera actual y las obligaciones
Comprender a fondo la situación financiera actual y las obligaciones es clave para determinar cuánto se puede invertir sin comprometer gastos esenciales, pagos de facturas y deudas.
Por ejemplo, las personas con ingresos estables y un fondo de emergencia suficiente para cubrir gastos imprevistos, pérdida de empleo o reparaciones del hogar pueden sentirse más inclinadas a explorar opciones de inversión más arriesgadas, como las criptomonedas. En general, un fondo de emergencia debe ser capaz de cubrir las obligaciones financieras durante el tiempo estimado que podría llevar encontrar un nuevo empleo en su sector y especialidad.
En cambio, quienes no han acumulado un fondo de emergencia deberían considerar una mezcla de inversiones que priorice la liquidez. Este enfoque busca proteger frente a imprevistos, evitando la necesidad de liquidar activos de alto riesgo precipitadamente y sufrir pérdidas financieras.
Evaluar las clases de activos en la inversión
Un aspecto importante para los inversores al determinar su tolerancia al riesgo es el conocimiento y la experiencia con los activos que planean incluir en la cartera, especialmente cuando se trata de criptomonedas. Por ejemplo, si los inversores comprenden bien el mercado cripto y saben cómo funcionan las billeteras de criptomonedas, pueden mostrarse más confiados al asumir los riesgos asociados a este tipo de inversión.
No obstante, las personas nuevas en el mundo de las criptomonedas pueden preferir comenzar con una asignación de capital menor e incrementar sus posiciones gradualmente a medida que se familiarizan con la dinámica del mercado y su volatilidad inherente.
Crear una cartera equilibrada mediante la asignación estratégica de activos
Para lograr una cartera de inversión equilibrada, los inversores utilizan la asignación de activos, que consiste en distribuir las inversiones entre distintas clases, como acciones, bonos, efectivo y opciones alternativas como las criptomonedas. Lograr el equilibrio adecuado es clave para aumentar la probabilidad de alcanzar los objetivos financieros.
Por lo general, los inversores conservadores optan por una mayor proporción de bonos y efectivo en su cartera, mientras que quienes tienen horizontes de inversión más largos pueden asignar más a acciones individuales y activos cripto. Cabe destacar que la asignación de activos no es una decisión única; puede requerir ajustes con el tiempo a medida que evolucionan los objetivos de inversión y la tolerancia al riesgo.
Por ejemplo, un inversor con una reserva de efectivo sustancial podría asignar el 70% de su capital a acciones, el 20% a bonos y el 10% a efectivo. Aunque destinar el 70% a acciones puede parecer arriesgado, la capacidad de cubrir gastos inesperados con su reserva de efectivo del 10% puede hacer que se sienta cómodo asumiendo ese nivel de riesgo.
Por el contrario, una persona cercana a la jubilación podría inclinarse a mantener una mayor proporción en bonos y efectivo, con solo una pequeña porción en acciones y criptomonedas. Si sus reservas de efectivo son suficientes para cubrir gastos de jubilación, podrían considerar destinar una fracción de sus fondos a activos más arriesgados.
Lograr diversificación de la cartera para una gestión óptima del riesgo
Diversificar la cartera puede proteger frente a la volatilidad de precios en acciones individuales y criptomonedas. Al distribuir inversiones entre distintas clases de activos, sectores y regiones, los inversores pueden mitigar el riesgo de pérdidas provocadas por la concentración en un área geográfica o sector específico.
Una forma de diversificación es invertir en fondos mutuos o fondos cotizados (ETFs). No obstante, es importante señalar que la diversificación por sí sola no garantiza ganancias ni protege frente a caídas del mercado. Aunque es una estrategia prudente, no está exenta de riesgos.
Los inversores que buscan un enfoque más pasivo pueden encontrar adecuados los fondos mutuos y los ETFs. Estos vehículos de inversión son gestionados por instituciones financieras acreditadas, que ensamblan una colección de acciones dentro de los fondos. Ejemplos notables incluyen el S&P 500 y el FTSE 100. Destinar una parte del ingreso mensual a la compra de estos fondos puede ayudar a diversificar.
Para quienes prefieren un enfoque más activo, existe una gama de productos de inversión disponibles, como acciones individuales, bonos y criptomonedas. Realizar una investigación exhaustiva y comprender a fondo los riesgos y rendimientos potenciales asociados a cada inversión es crucial. Utilizar herramientas como Morningstar, Bloomberg y CoinMarketCap puede ser de gran ayuda al iniciar el camino hacia la diversificación.
Técnicas efectivas de monitorización y reequilibrio de la cartera
Crear y mantener una cartera de inversión es un esfuerzo continuo que requiere seguimiento y ajustes regulares. Los inversores deben reequilibrar periódicamente sus carteras para garantizar el cumplimiento de la asignación de activos deseada.
Además, los inversores pueden necesitar modificar sus carteras si cambian sus objetivos de inversión o su tolerancia al riesgo. Supongamos que un inversor tiene una cartera bien diversificada compuesta por 60% acciones, 30% bonos y 10% efectivo. Si su situación financiera mejora, puede desarrollar una mayor tolerancia al riesgo y estar dispuesto a asumir más riesgo en busca de mayores rendimientos. Siempre que el inversor haya investigado adecuadamente, podría optar por reducir su efectivo y aumentar su asignación a bitcoin. Al fortalecer su posición en bitcoin, incrementa el potencial de obtener rendimientos superiores a la vez que asume mayor riesgo.
Por el contrario, el reequilibrio podría implicar desinvertir en activos más riesgosos y dar preferencia a alternativas más conservadoras. Por ejemplo, un inversor cercano a la jubilación puede optar por reducir su exposición a inversiones de alto riesgo y mantener una asignación sustancial en bonos y efectivo.
Es esencial reconocer que ajustar una cartera en función de la tolerancia al riesgo es una decisión personal que requiere una evaluación cuidadosa, alineada con los objetivos financieros y la estrategia de inversión. Asimismo, las revisiones y el reequilibrio periódicos son fundamentales a medida que se acercan los objetivos de inversión.
Conclusión
Diseñar una cartera de inversión personal es una tarea multifacética que exige considerar detenidamente la situación financiera presente y futura. Es importante entender que no existe un método universal para construir una cartera.
Durante la fase de investigación, los inversores novatos deben ser conscientes de su tolerancia al riesgo y mostrarse cautelosos ante expertos financieros que promocionen inversiones o carteras que prometan rendimientos extraordinarios con mínimo riesgo. Aunque este proceso puede requerir una inversión de tiempo considerable, puede dotar a los nuevos inversores de mayor confianza en su capacidad para gestionar la cartera.