Mercados emergentes: Un examen detallado del PIB de Filipinas
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Mercados emergentes: Un examen detallado del PIB de Filipinas

Ellie Montgomery · 21 de septiembre de 2025 · 8min ·

A pesar del rápido crecimiento económico desde la década de 2000, Filipinas sigue siendo un país en desarrollo con una renta per cápita inferior a la de los países desarrollados. La economía depende en gran medida de los servicios, que constituyen más del 61% de su PIB. Además, las remesas de trabajadores filipinos en el extranjero ahora contribuyen aproximadamente con el 10% del PIB nacional.

Conceptos básicos

En una trayectoria transformadora iniciada bajo la presidencia de Benigno Aquino III y continuada por Rodrigo Duterte, Filipinas emprendió un camino de ascenso similar al de un tigre emergente. Esta transición destacada fue subrayada por Motoo Konishi, director país del Banco Mundial, durante el Philippines Development Forum de 2013.

La convergencia de gobernanza ética, liderazgo comprometido, infraestructura en crecimiento e iniciativas de política estratégica ha impulsado a Filipinas hacia una trayectoria de avance acelerado. Sin embargo, como en todas las economías en desarrollo, la difusión completa del progreso aún no ha alcanzado su pleno impulso. Asuntos sociales urgentes como la pobreza, la desigualdad y el desempleo requieren atención inmediata y genuina. Las perspectivas futuras brillan con optimismo, dado el creciente y joven ejército laboral filipino que habla inglés, las considerables remesas internacionales y una deuda familiar notablemente baja en el contexto asiático.

Mientras que la economía filipina mantuvo un ritmo moderado hasta el umbral del siglo XXI, las dos décadas siguientes han sido testigo de una profunda expansión económica. Con un crecimiento medio anual del 4,6% en la década de 2000 a 2009, la economía se catapultó a un robusto 6,4% entre 2010 y 2019. Esta notable trayectoria ha impulsado la metamorfosis nacional de un estatus de ingreso medio-bajo, caracterizado por una renta nacional bruta per cápita inferior a $1,000 antes del cambio de milenio, a unos impresionantes $3,160 en 2021.

Transformación del panorama agrícola en Filipinas

Diversos sectores, incluidos agricultura, industria y servicios, conforman la compleja estructura del PIB. Cabe destacar que en 2021 la participación de la agricultura en el PIB se situó en aproximadamente un 10%, marcando un mínimo histórico para el país. Una mirada retrospectiva revela un marcado contraste, con la agricultura representando una cuarta parte del PIB en los años 80 y casi un tercio en los 70. Paralelamente, la industria constituyó el 30,8%, mientras que los servicios se dispararon hasta el 60%. Cabe mencionar que la producción industrial ha mostrado un declive sostenido, incluso cuando el ámbito de servicios experimentó un ascenso pronunciado. 

La evolución desde una base agraria hacia una economía impulsada por servicios e industria se ha desarrollado gradualmente en Filipinas. En 1980, la agricultura representaba una cuarta parte del PIB, una dominancia que se ha reducido hasta el 9,3% con el tiempo. Este ámbito agrícola abarca la silvicultura, la caza, la pesca, el cultivo de productos y la ganadería, y emplea a una cuarta parte de la fuerza laboral. Cosechas destacadas incluyen caña de azúcar, cocos, arroz, maíz, plátanos, yuca, tapioca, piñas, mangos, cerdo, huevos, carne vacuna y pescado.

La persistente letargia en el crecimiento de la productividad agrícola ha generado un nexo con tasas más altas de pobreza. Los insuficientes esfuerzos gubernamentales han surgido como el principal catalizador del declive del sector, agravado por infraestructuras débiles y una escasa entrada de inversiones. Estos desafíos se amplificaron durante episodios prolongados de sequía.

El horizonte, sin embargo, proyecta un matiz distinto a medida que el foco gubernamental vira hacia la revitalización. Un importante flujo de inversiones está penetrando el sector, reforzado por un apoyo decidido a las iniciativas del Departamento de Agricultura (DA). Objetivos centrados en la seguridad alimentaria, el aumento de los ingresos rurales y la mejora de la infraestructura encabezan este impulso. El DA ha implementado la Mecanización Agrícola, la Agricultura Orgánica Nacional y el Desarrollo Postcosecha para reducir pérdidas, aumentar la asequibilidad y estabilizar los costos laborales.

El Philippine Rural Development Project, respaldado por el Banco Mundial, despliega su misión de mejorar la infraestructura rural. Paralelamente, la rápida expansión del esquema de seguro de cultivos, orquestada por la Philippine Crop Insurance Corporation y respaldada por el gobierno, promete una cobertura integral frente a adversidades climáticas.

Incrustadas en estas estrategias y otras más yace la promesa de una inminente recuperación agrícola. Filipinas está lista para un renacer en productividad y rendimiento, preparada para escribir un nuevo capítulo para su extensión agraria.

Evolución industrial: dinámica sectorial de Filipinas

El sector industrial ha dejado una huella sustancial y sostenida en el PIB filipino, alcanzando un pico de casi el 45% durante los años 80 y un mínimo por debajo del 28% en 2021. Este sector sigue empleando a casi una quinta parte de la fuerza laboral nacional. Fortalecer la infraestructura para atraer inversión extranjera directa (IED) se convierte en una prioridad gubernamental, fomentando la creación de zonas económicas que han atraído a empresas foráneas. Existen indicios de que algunas compañías están considerando trasladar parte de su producción desde China hacia Filipinas y países vecinos del Sudeste Asiático, una migración estratégica que podría nutrir la expansión del sector industrial en los próximos años.

El entramado industrial filipino se teje con dos hilos predominantes: la manufactura y la agroindustria. La manufactura abarca minería y procesamiento de minerales, farmacéutica, construcción naval, electrónica y semiconductores. Cabe destacar que Filipinas cuenta con un atractivo sector farmacéutico, reconocido como un núcleo valioso en Asia-Pacífico. Además, los recursos metálicos han atraído a actores extranjeros, incluidos gigantes como BHP y Sumitomo Metal Mining Co Ltd. Esta amalgama ha impulsado sinérgicamente el potencial de construcción naval del país, situándolo como la cuarta potencia marítima mundial (superado solo por China, Corea del Sur y Japón).

El recorrido electrónico de Filipinas comenzó a mediados de los años 70, marcado por la diversificación de la producción por parte de empresas occidentales para contrarrestar el aumento de los costos. Desde entonces, el sector electrónico ha crecido, desempeñando un papel integral en el marco económico nacional: contribuyendo a la creación de empleo, ingresos fiscales, exportaciones, rentas familiares y proporción del PIB.

La agroindustria se centra en productos procesados como frutas, vegetales, frutas tropicales y algas marinas. En este mosaico, destacan frutas tropicales frescas, aceite de semilla de mango, plantaciones de azúcar, bioetanol, biocombustibles y ésteres metílicos de coco, que encapsulan la diversidad del tejido sectorial.

Panorama de servicios: dinámica sectorial de Filipinas

Durante principios de los años 80 se produjo una transformación pivotal en la estructura económica de Filipinas cuando el sector servicios superó al industrial en contribución al PIB. Esta supremacía creció del 36% en 1980 a más del 60% en 2020. Una narrativa paralela se observa en la alineación de la fuerza laboral, con el sector servicios absorbiendo un contingente equivalente, superando la suma combinada de agricultura e industria.

Dentro del entramado de servicios, el business process outsourcing (BPO) emerge como un pilar del progreso. El sector BPO filipino florece sobre la base de profesionales multilingües, subrayado por una afinidad cultural con las normas estadounidenses—situando a Filipinas como el mayor mercado BPO. El auge de la industria armoniza con un profesionalismo centrado en el cliente que sustenta este ámbito.

El turismo, el segundo gran renglón, deja su impronta en el sector servicios con un legado de expansión constante. A pesar de ello, el potencial turístico de Filipinas sigue sin explotarse completamente, quedando rezagado respecto a contrapartes regionales como Singapur, Indonesia y Tailandia. Limitaciones en infraestructura, incluidos aeropuertos, redes ferroviarias y viales subdesarrolladas y servicios turísticos insuficientes, plantean obstáculos que frenan su potencial.

El mosaico se amplía con los servicios de exportación, que encapsulan las contribuciones de la diáspora filipina, abarcando migrantes permanentes, temporales e intermitentes. A lo largo de los años, las remesas de filipinos en el extranjero han aumentado, alcanzando un sólido 10% del PIB. Este crecimiento partió del 8,5% en 2000, 3,3% en 1990 y un modesto 1,93% en 1980. A medida que el bastión BPO se expande, un efecto dominó permea el gasto del consumidor y la creación de empleo, alimentado por robustos ingresos externos. Esta trayectoria orienta a la nación hacia una alternativa viable que fortalece el paisaje económico.

Al amplificar su huella y ofrecer perspectivas de crecimiento, el sector BPO aporta dividendos duales. Más allá de reforzar el entramado del sector servicios, atrae a compatriotas de regreso al país, mitigando el riesgo de una disminución en las remesas externas.

Conclusión

Un equilibrio entre agricultura, industria y servicios impulsa una economía hacia adelante. Esta estabilidad proporciona la base para nuevos avances en los sectores terciarios. En el pasado, Filipinas quedó rezagada frente a sus vecinos del Sudeste y Este Asiático en términos de progreso económico y social. Sin embargo, esos tiempos han quedado atrás. Hoy, Filipinas avanza de manera constante hacia el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo.

Gross Domestic Product (GDP)
Philippines
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