¿Por qué estas industrias son propensas a la corrupción?
Industrias como la construcción, la extracción y las finanzas son propensas a la corrupción. La actividad fraudulenta suele asociarse al proceso de licitación de proyectos en las industrias extractivas y de la construcción. La corrupción es frecuente en la industria del transporte, donde personas implicadas en el traslado de mercancías a menudo participan en actividades criminales organizadas, incluso en cuerpos encargados de hacer cumplir la ley. La corrupción se manifiesta a nivel de aplicación. Un escándalo por el presunto robo de un fondo multimillonario llamado 1MDB implicó a banqueros de Goldman Sachs en 2018.
Conceptos básicos
La cuestión de la corrupción impregna sociedades de todo el mundo, manifestándose en diversos ámbitos. Notoriamente, incluso instituciones reconocidas sufren las consecuencias de estas prácticas. Un caso llamativo es el de la FIFA, el organismo internacional que gobierna el fútbol, oficialmente conocido como Fédération Internationale de Football Association. En 2015, numerosos directivos de la FIFA afrontaron repercusiones legales, siendo condenados por participar en tramas de extorsión y blanqueo de dinero.
De manera similar, el ámbito de las admisiones universitarias se vio sacudido por un escándalo en 2019, que reveló una realidad preocupante. Numerosas celebridades prominentes se vieron envueltas en problemas legales. Fueron acusadas de soborno y varios tipos de fraude por organizar arreglos ilícitos para asegurar plazas en universidades prestigiosas para sus hijos. Aunque estos casos atrajeron mucha atención, es crucial explorar otras industrias que ocupan de forma persistente los primeros puestos en los índices de corrupción. Este artículo pretende indagar las causas profundas de sus problemas persistentes.
Corrupción en las industrias extractivas: el dilema de la minería, el petróleo y el gas
En el ámbito de las industrias extractivas, que incluye minería, petróleo y gas, surge un problema predecible debido a la naturaleza intrínseca del negocio. Las empresas dedicadas a la extracción recorren el mundo en busca de yacimientos rentables para explotar y comercializar. Para ello deben obtener permisos de exploración y, posteriormente, derechos para excavar esos yacimientos. En consecuencia, se enfrentan a una compleja red de funcionarios nacionales, regionales y locales que influyen en el acceso a esos recursos, un escenario que da lugar a un dilema principal-agente. Si una empresa extractiva recurre al soborno para acceder al yacimiento, queda enredada en la peligrosa telaraña de la corrupción.
Por lo general, los sobornos pagados representan solo una fracción de las ganancias esperadas para la empresa, lo que hace que tales prácticas sean económicamente viables. Los funcionarios encargados de proteger el interés público y garantizar prácticas de extracción responsables y sostenibles pueden sucumbir a la tentación de mirar hacia otro lado durante el proceso de explotación, comprometiendo su deber. En consecuencia, el público en general pierde el verdadero valor derivado de la explotación de la riqueza mineral y sufre pérdidas ambientales y económicas, mientras que tanto los funcionarios como la empresa extractiva se benefician.
Corrupción en la construcción: peligros del dilema principal-agente
Dentro de la industria de la construcción surge un dilema principal-agente análogo, que refleja los desafíos observados en los sectores extractivos. En particular, las mayores obras de construcción del mundo suelen corresponder a proyectos de infraestructura financiados por el gobierno. Estas iniciativas se adjudican mediante un riguroso proceso de licitación, en el que las empresas presentan ofertas para ser evaluadas por un grupo selecto de funcionarios.
En teoría, la licitación competitiva se adjudica a la empresa capaz de ofrecer mejores resultados al precio más competitivo. Sin embargo, en la práctica, resulta económicamente viable que empresas menos competentes recurran a prácticas ilícitas ofreciendo sobornos a miembros del comité de selección. En consecuencia, la corrupción mancha el proceso de licitación, permitiendo a entidades sin escrúpulos recurrir a atajos, sobrecobros y otras prácticas dudosas.
Lamentablemente, infraestructuras críticas como escuelas y hospitales se han construido con materiales defectuosos y mano de obra inadecuada. El hormigón desmoronado, instalaciones sin la ventilación adecuada y la integridad estructural comprometida con frecuencia ocupan titulares, provocando pérdida de vidas y colapsos catastróficos de edificios o puentes. Un ejemplo trágico de esto ocurrió en 2021 cuando un importante edificio de apartamentos en Florida se derrumbó, cobrando numerosas vidas y concluyendo en un acuerdo judicial de más de 1.000 millones de dólares.
Corrupción en transporte y almacenamiento
Al examinar los índices de corrupción, la categoría económica de "transportation and storage" engloba diversos modos de transporte por tierra, mar y aire, incluidos los oleoductos. En este ámbito, existen estrictas regulaciones que rigen el movimiento de mercancías para evitar el transporte ilícito de objetos que contravengan las leyes de los países implicados. La responsabilidad de inspeccionar estas mercancías recae en funcionarios y agentes encargados de hacer cumplir la ley en interés del bienestar público.
A diferencia de las industrias mencionadas anteriormente, donde la corrupción infiltró principalmente la esfera de la toma de decisiones, el transporte y el almacenamiento presentan un terreno fértil para la corrupción a nivel de aplicación. En casos que involucran bienes ilegales, las entidades que intentan eludir aduanas u otras estructuras de control suelen ser redes de crimen organizado en lugar de organizaciones formales. No obstante, hay casos en los que también participan empresas en prácticas corruptas y sobornos, sobre todo cuando la oferta de un soborno agiliza el despacho aduanero o facilita la expedición de certificados de importación/exportación.
Corrupción financiera: las complejidades de la inversión y la información
En el mundo de la inversión y las finanzas, las prácticas corruptas a menudo implican manipular y controlar la información. Individuos u organizaciones recurren a medios económicos para suprimir o acceder a información crítica en diversos escenarios. Aunque las filtraciones y la supresión son comunes en la esfera política, la corrupción relacionada con la información y la comunicación en la industria financiera suscita la mayor preocupación entre los inversores.
La información tiene un inmenso valor en finanzas, especialmente cuando permanece oculta. Instituciones e inversores no dudan en pagar por el acceso privilegiado a este recurso valioso. Sin embargo, tales acciones tienen consecuencias. En 2004, Martha Stewart fue encarcelada por actuar sobre información no pública, lo que evidenció las repercusiones de los tratos clandestinos.
Además, la ocultación de información al público desempeñó un papel decisivo en la caída de Enron y la firma de auditoría Arthur Andersen. Las consecuencias de estos casos expusieron la naturaleza destructiva de retener detalles cruciales de la escrutinio público.
No obstante, la corrupción en el ámbito financiero va más allá del flujo de información. Un ejemplo notorio es el infame Bernie Madoff, una figura prominente de Wall Street y antiguo creador de mercado, que se declaró culpable en 2009 de cargos de fraude por orquestar un extenso esquema Ponzi que defraudó a inversores adinerados por miles de millones.
En 2015, el ex primer ministro de Malasia Najib Razak y otros fueron acusados de malversar más de 2.700 millones de dólares del fondo 1 Malaysia Development Berhad (1MDB) a cuentas bancarias personales. El escándalo de 1MDB implicó al banco de inversión Goldman Sachs, que recaudó fondos para el fondo 1MDB y generó importantes comisiones, aunque disputadas por Goldman Sachs. No obstante, en 2018 un banquero se declaró culpable de cargos, mientras que otro enfrentó una serie de nuevas acusaciones relacionadas con soborno y blanqueo de dinero.
Conclusión
La corrupción, al igual que la vida misma, se infiltra en casi cualquier entorno propicio para su existencia. Siempre que unos pocos posean poder o información valiosa que pueda ser explotada por entidades dispuestas a incumplir normas, aumenta la probabilidad de que la corrupción penetre el sistema. Al ofrecer pagos, estas entidades aseguran decisiones favorables, aprobaciones o información privilegiada, maximizando sus beneficios a corto plazo. En última instancia, este ciclo concluye con la victoria de la entidad corrupta, ganancias monetarias para los agentes implicados y pérdidas colectivas para el público.