¿Qué es el tracking error?
El tracking error se refiere a la diferencia entre el rendimiento real de una cartera de inversión y su índice de referencia. Puede usarse como indicador de cuán activamente se gestiona un fondo y de su nivel de riesgo. Al evaluar el tracking error pasado de un gestor de cartera, se puede obtener información sobre su capacidad para controlar el riesgo frente al índice en el futuro.
Conceptos básicos
En el ámbito financiero, la desviación de rendimiento significa la variación en los movimientos de precio entre una posición o cartera y un índice de referencia. Normalmente asociada a hedge funds, fondos mutuos o fondos cotizados (ETFs), se producen situaciones en las que la eficacia esperada queda por debajo, resultando en ganancias o pérdidas imprevistas. Expresado como un porcentaje de desviación estándar, el tracking error cuantifica la disparidad entre el retorno de un inversor y el índice que trató de replicar.
Explicación del tracking error
El tracking error es una métrica vital para evaluar el desempeño de una inversión frente a un índice de referencia, ya que ofrece información sobre la consistencia de la cartera en un periodo definido. Incluso cuando las carteras se alinean estrechamente con los índices, existen variaciones sutiles día a día, trimestre a trimestre o año a año. Esta discrepancia se cuantifica mediante el tracking error, que se calcula como la desviación estándar de la diferencia entre los retornos de la inversión y del índice.
La fórmula para el tracking error se expresa como:
Error de seguimiento = Desviación estándar de (P - B)
Donde:
- P es la rentabilidad de la cartera;
- B es la rentabilidad del índice de referencia.
Los inversores emplean el tracking error para examinar a los gestores de cartera; un gestor que presenta retornos medios bajos junto con un tracking error elevado señala problemas subyacentes, lo que puede llevar a los inversores a considerar alternativas.
Más allá del análisis retrospectivo, el tracking error ayuda a la predicción del rendimiento, especialmente para gestores cuantitativos. Estos gestores utilizan modelos de riesgo que abarcan los factores clave que influyen en los cambios de precio. Alineando los componentes de la cartera con atributos del índice, como estilo, apalancamiento, momentum o capitalización de mercado, los gestores buscan construir carteras con bajo tracking error, aumentando la probabilidad de seguir el rendimiento del índice.
Factores que influyen en el tracking error de los instrumentos de inversión
Los factores que afectan al tracking error en los instrumentos de inversión son multifacéticos e incluyen varios aspectos de la gestión del fondo. Un determinante es el valor liquidativo (NAV) de un fondo índice, que suele ser inferior al índice de referencia debido a las comisiones del fondo. Un ratio de gastos elevado puede afectar negativamente al rendimiento, aunque una gestión de cartera hábil, que incluya reequilibrios y un manejo eficaz de dividendos o pagos de intereses, puede mitigar este impacto.
Además, la composición de las posiciones del fondo respecto al índice subyacente influye significativamente en el tracking error. Variaciones en los ponderaciones y la presencia de valores ilíquidos o con poco volumen negociado pueden amplificar el tracking error, ya que las diferencias de precio durante las transacciones contribuyen a desviaciones respecto a los precios de mercado.
Pueden surgir primas o descuentos respecto al Valor Neto de los Activos cuando los precios de mercado se desvían del NAV de la cesta de valores de un ETF. Tales discrepancias, aunque infrecuentes, impulsan acciones de arbitraje por parte de participantes autorizados, lo que ayuda a restablecer el equilibrio. Además, se emplea la optimización de cartera cuando acciones poco negociadas del índice de referencia impiden compras directas, recurriéndose a acciones más líquidas como sustitutos.
Las limitaciones de diversificación impuestas por reguladores establecen restricciones a los ETFs, exigiendo que el 75% de los activos se inviertan en categorías especificadas y limitando la exposición a cualquier valor individual a no más del 5% del total de activos. Esto representa un desafío para ETFs que siguen sectores dominados por unas pocas empresas clave.
El arrastre de efectivo (cash drag), una caída del rendimiento debida a la acumulación de efectivo por dividendos, saldos nocturnos y actividad de trading, afecta a fondos de dividendos con altos rendimientos por reparto. Los cambios en el índice, distribuciones de ganancias de capital derivadas de altas tasas de rotación, préstamos de valores, costes de cobertura cambiaria y el rollover de futuros en ETFs de commodities son factores adicionales que contribuyen al tracking error.
Los ETFs apalancados e inversos afrontan desafíos únicos, ya que requieren reequilibrios diarios de derivados para mantener el apalancamiento constante. Entender y gestionar estos diversos factores es crucial para los inversores que navegan la complejidad del tracking error en el ámbito de los instrumentos de inversión.
Ejemplo de tracking error
Considere un escenario que implique un fondo mutuo de gran capitalización comparado con el índice S&P 500 durante cinco años. Los respectivos retornos anuales para el fondo mutuo y el índice son los siguientes:
- Fondo mutuo: 11%, 3%, 12%, 14%, 8%
- Índice S&P 500: 12%, 5%, 13%, 9%, 7%
Para calcular el tracking error, se computan las diferencias entre los retornos correspondientes: (11% - 12%), (3% - 5%), (12% - 13%), (14% - 9%) y (8% - 7%), resultando en -1%, -2%, -1%, 5% y 1%, respectivamente. La desviación estándar de estas diferencias, que representa el tracking error, se determina en 2.50%.
Conclusión
El tracking error sirve como una medida crucial para evaluar la alineación de una cartera de inversión con su índice de referencia, ofreciendo valiosos conocimientos sobre su consistencia histórica. Esta métrica no solo ayuda a entender la gestión activa y el perfil de riesgo de un fondo, sino que también proporciona una base para predecir el rendimiento futuro. Al analizar el tracking error junto con otros factores influyentes, los inversores pueden tomar decisiones informadas sobre gestores de cartera y navegar las complejidades de los instrumentos de inversión, mejorando así su capacidad para alcanzar los resultados deseados en un panorama financiero dinámico.