¿Qué es la hiperinflación?
Fundamentos
La hiperinflación es una situación económica en la que el precio medio de bienes y servicios aumenta hasta tal punto que reduce rápidamente el poder adquisitivo de una moneda. Aunque todas las economías afrontan cierta inflación, los gobiernos y las instituciones financieras gestionan las tasas de inflación de forma estable. No obstante, existen numerosos ejemplos históricos de hiperinflación acelerada que provocaron la devaluación de la moneda.
Según el economista Philip Cagan, la hiperinflación comienza cuando el precio de bienes y servicios aumenta más del 50% en un mes. Por ejemplo, si un saco de arroz cuesta $10 y sube a $15 en menos de 30 días y a $22,50 al mes siguiente, tenemos hiperinflación. En esos casos, el precio de bienes y servicios puede aumentar drásticamente en un día o incluso en horas, provocando una caída de la confianza de los consumidores y una disminución del valor de la moneda.
La hiperinflación acaba provocando el cierre de empresas, aumento del desempleo y reducción de los ingresos fiscales. Países como Alemania, Venezuela, Zimbabue, Hungría, Yugoslavia y Grecia han sufrido esas crisis.
Hiperinflación en Alemania
La República de Weimar de Alemania vivió uno de los ejemplos más conocidos de hiperinflación tras la Primera Guerra Mundial. El país había pedido enormes sumas de dinero para financiar la guerra, anticipando que triunfaría y usaría las reparaciones de los Aliados para devolver esas deudas. Sin embargo, Alemania perdió la contienda y tuvo que pagar miles de millones de dólares en reparaciones, lo que desembocó en hiperinflación.
Las causas de la hiperinflación alemana han sido objeto de debate. Aun así, algunas de las más citadas incluyen la suspensión del patrón oro, las reparaciones de guerra y la emisión irresponsable de papel moneda. Suspender el patrón oro al inicio de la guerra significó que la cantidad de dinero en circulación no estaba vinculada al valor del oro que poseía el país, lo que llevó a la devaluación de la moneda alemana. Esta medida obligó a los Aliados a exigir que las reparaciones se pagaran en cualquier divisa excepto el marco alemán de papel. Alemania respondió imprimiendo enormes cantidades de su propia moneda para comprar moneda extranjera, lo que hizo que el valor del marco alemán se depreciara aún más.
Durante ese periodo, las tasas de inflación se dispararon a más del 20% por día. El marco alemán llegó a ser tan inútil que algunos ciudadanos quemaban billetes para calentarse, ya que era más barato que comprar leña.
Hiperinflación en Venezuela
La crisis que azotó a Venezuela es una de las peores de la historia reciente, desencadenada por la sobreoferta petrolera de los años 80 y agravada por la mala gestión económica y la corrupción de principios del siglo XXI, pese a las grandes reservas de petróleo del país. Las tasas de inflación pasaron del 69% en 2014 al 181% en 2015, y la hiperinflación comenzó en 2016, con un 800% al cierre de ese año, seguida por un 4.000% en 2017 y más de 2.600.000% a principios de 2019.
En respuesta, el presidente Nicolás Maduro introdujo en 2018 una nueva moneda, el bolívar soberano, cambiando 100.000 bolívares por un bolívar soberano. Sin embargo, la eficacia de esta medida es cuestionable. El economista Steve Hanke calificó la eliminación de ceros como "algo cosmético" y subrayó la necesidad de un cambio en la política económica.
Hiperinflación en Zimbabue
Zimbabue también sufrió hiperinflación, considerada una de las peores crisis económicas de la historia. Tras alcanzar la independencia en 1980, la economía del país se mantuvo estable durante varios años. Sin embargo, en 1991 el presidente Robert Mugabe lanzó el Programa de Ajuste Estructural Económico (ESAP), que se cree contribuyó de manera significativa al colapso económico del país. El programa y las reformas agrarias provocaron una caída considerable de la producción alimentaria y una grave crisis financiera y social.
A finales de los años 90, el dólar zimbabuense (ZWN) empezó a mostrar signos de inestabilidad, dando lugar a episodios de hiperinflación a principios de los 2000. En 2004, las tasas de inflación anuales ascendieron al 624%, seguidas por el 1.730% en 2006 y una estimación de 231.150.888% en julio de 2008.
El profesor Steve H. Hanke calculó que la hiperinflación de Zimbabue alcanzó su pico en noviembre de 2008, con una tasa anual de 89,7 sextillones por ciento, equivalente al 79,6 mil millones por ciento mensual o al 98% diario. Zimbabue fue el primer país en experimentar hiperinflación en el siglo XXI, con el segundo peor episodio de inflación de la historia después de Hungría. El ZWN fue abandonado oficialmente en 2008 y se adoptaron monedas extranjeras como curso legal.
Criptomonedas
Las criptomonedas están ganando popularidad en países que sufren hiperinflación, como Venezuela y Zimbabue, debido a su naturaleza descentralizada y su resistencia a la duplicación. La tecnología blockchain garantiza que la emisión de nuevas monedas siga un calendario predefinido. Algunos gobiernos, como los de Suecia, Singapur, Canadá, China y EE. UU., están estudiando el potencial de criptomonedas respaldadas por el Estado como alternativa a la moneda fiduciaria tradicional. Sin embargo, a diferencia de Bitcoin, es poco probable que estas criptomonedas tengan un suministro limitado o fijo y quizá no creen un nuevo paradigma en la política monetaria.
Conclusión
La devaluación de las monedas tradicionales puede ocurrir con rapidez durante periodos de inestabilidad política o social o debido a una menor demanda del principal producto de exportación de un país. Una vez que una moneda se deprecia, los precios suben rápidamente, perpetuando un ciclo de declive. Como respuesta, algunos gobiernos han intentado imprimir más dinero, lo que solo ha agravado la situación. A medida que disminuye la confianza en la moneda tradicional, aumenta la fe en las criptomonedas, que podrían revolucionar la forma en que se concibe y se maneja el dinero a nivel mundial.