¿Qué es un acuerdo de recompra?
Un acuerdo de recompra, comúnmente conocido como "repo", es una transacción financiera en la que un vendedor acuerda vender valores a un comprador y luego recomprarlos a un precio ligeramente mayor más adelante. En esta operación, el vendedor esencialmente toma prestado dinero y el comprador lo presta. El comprador gana interés en la transacción, que es la diferencia entre el precio de venta original y el precio al que se recompran los valores. Los repos y los repos inversos suelen utilizarse para préstamos y colocaciones a muy corto plazo, generalmente desde una noche hasta 48 horas. La tasa de interés de estos acuerdos se denomina tasa repo, considerada un proxy de la tasa nocturna libre de riesgo.
Conceptos básicos
En los mercados financieros, un acuerdo de recompra (repo) es un método breve de endeudamiento para los distribuidores de valores gubernamentales. En este arreglo, los distribuidores venden valores gubernamentales a inversores, por lo general de un día para otro, solo para recomprarlos al día siguiente a un coste marginalmente mayor. Esta ligera discrepancia de precio constituye la tasa implícita nocturna, lo que hace de los repos una herramienta habitual para la generación de capital a corto plazo. Además, los bancos centrales emplean frecuentemente los repos en sus operaciones de mercado abierto. Por el contrario, para la parte que inicia la venta de valores con el compromiso de recomprarlos se trata de un repo, mientras que para la contraparte que adquiere los valores con el acuerdo de venderlos después, se denomina acuerdo de recompra inverso.
Perspectivas sobre los acuerdos de recompra
Los acuerdos de recompra, comúnmente percibidos como inversiones seguras, se apalancan con valores, siendo los bonos del Tesoro de EE. UU. usados frecuentemente como garantía. Funcionando como préstamos a corto plazo, colateralizados y con interés dentro de la categoría del mercado monetario, en estas transacciones el comprador actúa como prestamista temporal y el vendedor como prestatario temporal. Los valores ofrecidos sirven como colateral, asegurando que ambas partes cumplan sus objetivos de financiamiento garantizado y mayor liquidez.
Comprometidos por diversas entidades, los acuerdos de recompra sirven para múltiples fines. La Reserva Federal los utiliza para gestionar la oferta monetaria y las reservas bancarias, mientras que particulares a menudo emplean estos acuerdos para financiar adquisiciones de valores de deuda u otras inversiones. Estrictamente a corto plazo, estas inversiones se delimitan por su periodo de vencimiento, referido como la "tasa", el "plazo" o el "tenor".
Aunque se parecen a préstamos colateralizados, los repos son compras reales. Sin embargo, la propiedad temporal del comprador trata estas transacciones como préstamos a efectos fiscales y contables. Cabe destacar que, en escenarios de quiebra, los inversores en repos suelen tener la opción de vender su colateral, lo que diferencia a los repos de los préstamos colateralizados, donde los inversores pueden enfrentarse a una suspensión automática en caso de bancarrota.
Análisis comparativo: repos a plazo vs. repos abiertos
Distinguir entre repos a plazo y abiertos depende de la duración entre la venta de los valores y su recompra. Los repos a plazo presentan una fecha de vencimiento predeterminada (típicamente el día siguiente o la semana siguiente). Aquí, un distribuidor vende valores a una contraparte con el acuerdo de recomprarlos a un precio mayor en una fecha especificada. La contraparte utiliza los valores durante el plazo de la transacción, ganando interés calculado como la diferencia entre los precios de venta inicial y de recompra. Con una tasa de interés fija, el distribuidor liquida el interés al vencimiento. Los repos a plazo son ideales para invertir efectivo o financiar activos cuando las partes tienen un marco temporal definido.
Por el contrario, un acuerdo de recompra abierto, similar a un repo a plazo, carece de una fecha de vencimiento fija. El distribuidor y la contraparte acuerdan la transacción, sujeta a terminación por cualquiera de las partes con aviso antes de una hora límite diaria. Los repos abiertos no terminados se renuevan diariamente, con pagos de intereses mensuales. La tasa de interés se ajusta periódicamente por mutuo acuerdo, generalmente alineándose con la tasa de fondos federales. Los repos abiertos son adecuados cuando las partes no tienen una duración predefinida, concluyendo típicamente en uno o dos años.
Impacto de la duración: evaluación de riesgos en los acuerdos de recompra
La duración de los repos desempeña un papel crucial en la evaluación del riesgo, siendo los tenores más largos generalmente considerados de mayor riesgo. Los tenores extendidos exponen a los repurchasers a más factores que afectan la solvencia y aumentan la susceptibilidad a fluctuaciones en las tasas de interés, lo que impacta el valor del activo a recomprar.
Este fenómeno es paralelo a las influencias en las tasas de interés de los bonos, donde los bonos de mayor duración suelen rendir más interés en condiciones normales del mercado crediticio. Las inversiones en bonos a largo plazo dependen de la anticipación de que las tasas de interés permanecerán estables durante la vida del bono. Sin embargo, las duraciones extendidas amplifican la probabilidad de eventos inesperados, que pueden impulsar las tasas de interés más allá de los rangos previstos. Casos de inflación elevada devalúan en términos reales los intereses pagados en bonos emitidos antes de la inflación.
Esta analogía se extiende a los repos, donde un plazo más largo se correlaciona con una mayor volatilidad en el valor del colateral antes de la recompra, influida por actividades comerciales que afectan el cumplimiento contractual del repurchaser. El riesgo principal en los repos es el riesgo crediticio de la contraparte.
Similar a los préstamos convencionales, los acreedores soportan el riesgo de que los deudores no reembolsen el principal. Los repos mitigan el riesgo total al funcionar como deuda colateralizada. El precio ventajoso, con el precio del repo superando el valor del colateral, mantiene beneficios mutuos para compradores y vendedores.
Variedades de acuerdos de recompra
Repo de terceros (repo tripartito)
Un tipo predominante, el repo de terceros, implica un agente de compensación o banco que facilita las transacciones, protegiendo los intereses de ambas partes. Administra los valores, asegurando que el vendedor obtenga efectivo por adelantado y que el comprador transfiera fondos y reciba los valores al vencimiento. JPMorgan Chase y Bank of New York Mellon sirven como bancos de compensación principales en EE. UU. Además de la custodia y valoración, estos agentes aplican márgenes especificados, liquidan transacciones y ayudan a los distribuidores a optimizar el colateral. Sin embargo, no actúan como emparejadores ni intermediarios. A pesar de liquidarse técnicamente al final del día, la liquidación anticipada extiende miles de millones en crédito intradía a los distribuidores.
Repo de entrega especializada
En un repo de entrega especializada, la transacción requiere una garantía del bono al inicio del acuerdo y al vencimiento. Este tipo de acuerdo no es muy común.
Repo en custodia
Un tipo más raro implica que el vendedor reciba efectivo por la venta del valor pero lo mantenga en una cuenta de custodia para el comprador. Este acuerdo es infrecuente debido al riesgo inherente de insolvencia del vendedor, que podría impedir el acceso del prestatario al colateral.
Comprendiendo las "piernas" del acuerdo de recompra
En las transacciones financieras, los acuerdos de recompra emplean terminología única no comúnmente encontrada en otros contextos. Un término prevalente en el ámbito de los repos es la "pierna". Las piernas en los acuerdos de recompra pueden categorizarse en tipos específicos, como la "pierna inicial", que representa la venta inicial del valor, y la fase de recompra subsiguiente, conocida como la "pierna de cierre". Alternativamente, estos términos se sustituyen ocasionalmente por "pierna cercana" y "pierna lejana". En la pierna cercana se vende el valor, mientras que en la pierna lejana se realiza la recompra.
Entendiendo las tasas repo y cómo evaluar acuerdos de recompra
La tasa repo, una tasa descontada a la que los bancos centrales gubernamentales recompran valores de los bancos privados, refleja las tasas preferenciales y está regulada por los bancos centrales. Al gobernar la oferta monetaria en las economías, el sistema de tasas repo permite a los gobiernos manipular los fondos disponibles mediante el ajuste de las tasas.
Reducir las tasas repo incentiva a los bancos a cambiar valores por efectivo, aumentando la oferta monetaria. Por el contrario, elevar las tasas repo desalienta a los bancos de revender valores, disminuyendo efectivamente la oferta monetaria.
Para los posibles participantes en un acuerdo de recompra, evaluar costos y beneficios implica tres consideraciones clave:
- Efectivo de la venta inicial del valor
- Efectivo para la recompra del valor
- Tasa de interés implícita
Los valores de la venta inicial y la recompra dependen del tipo y valor del valor, especialmente en transacciones de bonos, donde el precio limpio y el interés acumulado son factores críticos.
Un factor pivotal en cualquier acuerdo repo es la tasa de interés implícita, calculada usando la fórmula:
Tasa de interés = [(valor futuro/valor presente) – 1] x año/número de días entre piernas consecutivas
Evaluar la tasa de interés real frente a otras opciones de financiamiento determina la eficiencia del acuerdo. Generalmente, los acuerdos de recompra, como préstamos garantizados, ofrecen condiciones superiores en comparación con acuerdos de préstamo en efectivo del mercado monetario. Desde la perspectiva de un participante en un repo inverso, el acuerdo puede generar ingresos adicionales sobre reservas de efectivo excedentes.
Evaluación de riesgos en los acuerdos de recompra
Los acuerdos de recompra suelen verse como instrumentos que mitigan el riesgo crediticio, pero persisten riesgos inherentes. La preocupación principal es la posible falla del vendedor para recomprar los valores en la fecha de vencimiento acordada, lo que llevaría al comprador a liquidar el valor para recuperar la salida de efectivo inicial.
Este riesgo surge porque el valor del activo puede haber disminuido desde la venta inicial, dejando al comprador la opción de retener un activo a largo plazo no deseado o venderlo con pérdidas. Por el contrario, existe riesgo para el prestatario si el valor del valor supera los términos acordados, impidiendo al acreedor venderlo de nuevo.
Para contrarrestar tales riesgos, los acuerdos de recompra suelen incorporar medidas de protección. La sobrecolateralización es habitual, desencadenando una llamada de margen si el colateral se deprecia, instando al prestatario a ajustar los valores ofrecidos. Por el contrario, la subcolateralización se emplea cuando se anticipa una posible alza en el valor del activo, reduciendo el riesgo. El riesgo crediticio en los acuerdos de recompra depende de factores diversos, que abarcan términos de la transacción, liquidez del valor, especificaciones de la contraparte y más.
Impacto de la crisis financiera en el mercado repo y respuestas regulatorias
Tras la crisis financiera de 2008, los inversores escrutaron un tipo específico de repo, apodado repo 105, en medio de especulaciones sobre su papel en ocultar la deteriorada salud financiera de Lehman Brothers antes de la crisis. El mercado global de repos se contrajo después de la crisis, pero en años recientes ha mostrado recuperación y crecimiento.
La crisis sacó a la luz problemas en el mercado repo, lo que llevó a la intervención de la Fed para analizar y mitigar riesgos sistémicos. Se identificaron preocupaciones como la dependencia del mercado repo tripartito del crédito intradía de los bancos de compensación, planes insuficientes para la liquidación de colateral durante la quiebra de un distribuidor y la falta de prácticas efectivas de gestión de riesgos.
A finales de 2008 se implementaron respuestas regulatorias, incluidas normas que incentivaron a los bancos a retener activos seguros. Estos cambios presionaron a los bancos para que conservaran los activos más seguros como los Treasuries, reduciendo el valor global de valores prestados de alrededor de $4 billones a fines de 2008 a aproximadamente $2 billones. La Fed también participó en acuerdos de recompra (o repos inversos) para contrarrestar fluctuaciones temporales en las reservas bancarias.
A pesar de los ajustes regulatorios, persisten riesgos sistémicos en el espacio repo. La Fed sigue preocupada por la posibilidad de que la quiebra de un gran distribuidor de repos desencadene una venta masiva de fondos monetarios, afectando negativamente al mercado en general. Desarrollos futuros podrían implicar regulaciones adicionales o un posible desplazamiento hacia un sistema de cámara de compensación central. Actualmente, los acuerdos de recompra continúan siendo una herramienta vital para el endeudamiento a corto plazo.
Conclusión
En el mundo de los acuerdos de recompra (repos), existe un panorama financiero complejo. Este panorama presenta diversos plazos, riesgos y respuestas regulatorias. Desde transacciones colateralizadas a corto plazo hasta matices en los tipos de acuerdos, el recorrido del repo implica una adaptación continua.
El escrutinio posterior a 2008 impulsó salvaguardas regulatorias, sin embargo, los riesgos persistentes subrayan la naturaleza evolutiva de los mercados financieros. Los repos, esenciales para el endeudamiento a corto plazo, requieren un delicado equilibrio entre la mitigación de riesgos y la eficiencia operativa. En este paisaje cambiante, los participantes buscan un equilibrio, marcando una trayectoria de resiliencia, recuperación y evolución continua.