¿Qué es un año comercial?
Algunas empresas utilizan un año comercial para registrar los cambios en las cuentas. Se trata de un período de 360 días compuesto por 12 meses de 30 días cada uno. Para facilitar la comparación de ventas, gastos y otros datos, se ajusta el número de días de cada mes del calendario para compensar las diferencias. El año comercial de una empresa no tiene por qué coincidir con las fechas de inicio y fin del año calendario. Puede personalizarse para adaptarse mejor a las necesidades del negocio. Este formato está pensado únicamente para uso interno y no es adecuado para los estados financieros formales publicados ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC).
Conceptos básicos
Algunas empresas y organizaciones sin fines de lucro usan un período de 360 días llamado "año comercial" para seguir los cambios en las cuentas. Este período consta de 12 meses de 30 días cada uno. Para facilitar la comparación de ventas, gastos y otros datos, se ajusta el número de días de cada mes del calendario para compensar las diferencias.
Ventajas del modelo de año comercial
Al hacer el seguimiento de las operaciones a lo largo del año, las empresas suelen enfrentar desafíos debido a las variaciones en el número de días de cada mes. Comparar un mes de 31 días con uno de 28 puede ser problemático y dificultar un análisis preciso.
Para resolver este problema, muchas empresas adoptan el modelo de año comercial. En este formato, cada mes se estandariza a 30 días. Esto simplifica la comparación del rendimiento mensual, facilita el seguimiento de gastos, permite proyectar cifras futuras y mejora la gestión de inventarios al evaluar productos terminados o materiales en producción almacenados.
Es importante señalar que el formato de año comercial se utiliza principalmente para fines internos y no es reconocido en los estados financieros formales que se presentan ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC).
Si bien existen enfoques alternativos, como analizar incrementos semanales o diarios para ajustar las diferencias de días, el período de 30 días se prefiere por su capacidad de suavizar las fluctuaciones a corto plazo. Además, el año comercial ofrece la flexibilidad de comenzar y terminar en cualquier momento, lo que permite a las empresas adaptarlo a sus necesidades.
Ejemplo de un año comercial
En el sector minorista, la contabilidad por año comercial se adopta ampliamente para obtener una visión más clara de los ingresos de las tiendas mes a mes. El año calendario convencional puede ocultar el rendimiento real de las tiendas debido a las variaciones en el número de días.
Considere este escenario: las ventas de enero podrían parecer superiores a las de febrero únicamente porque enero tiene más días. Para evaluar con precisión la magnitud de cualquier cambio en los resultados generales, los gerentes prefieren evaluar el rendimiento en intervalos de 30 días.
Además, al comparar los gastos de 30 días entre enero y febrero, los gerentes pueden identificar áreas de mejora y trabajar para aumentar la rentabilidad. La contabilidad por año comercial resulta una herramienta invaluable para lograr estos objetivos.
Año comercial vs. año fiscal
Los estados financieros formales, como el Formulario 10-K y el Formulario 10-Q presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC), no aceptan el uso de un año comercial. En su lugar, las empresas se basan en su año fiscal (FY) para elaborar los estados financieros.
Un año fiscal refleja el año calendario en cuanto al número total de días, ya sea 365 o 366, pero no se ajusta a meses de longitud estándar. Aunque la mayoría de las empresas elige un año fiscal que coincide con el año calendario (del 1 de enero al 31 de diciembre), existe cierta flexibilidad para seleccionar fechas alternativas que se adapten a necesidades empresariales específicas.
Esta flexibilidad permite a las organizaciones sin fines de lucro (NPOs) alinear su año fiscal con los periodos de concesión de subvenciones. Al mismo tiempo, los minoristas pueden presentar sus resultados anuales tras la intensa temporada navideña. Los requisitos individuales de la empresa y el tipo de negocio influyen en la adopción de un año fiscal fuera del marco temporal del calendario tradicional.
Conclusión
Un año comercial ofrece a las empresas un marco estandarizado para registrar cambios en las cuentas. Con 12 meses de 30 días cada uno, simplifica las comparaciones y facilita el análisis de ventas, gastos y otros datos. Sin embargo, no se acepta en los estados financieros formales presentados ante la SEC. En su lugar, las empresas dependen de un año fiscal que se ajuste a sus necesidades y tipo de negocio. Esta flexibilidad permite a las organizaciones sin fines de lucro sincronizarse con las subvenciones y a los minoristas presentar resultados después de la temporada navideña. El año fiscal garantiza el cumplimiento y al mismo tiempo se adapta a los requisitos individuales.