¿Qué es un bono basura?
article-bj84wbx5eskh5rlifzr0gutp

¿Qué es un bono basura?

Ellie Montgomery · 23 de septiembre de 2025 · 10min ·

Los bonos basura son un tipo de deuda que una agencia de calificación ha otorgado con una baja nota crediticia, lo que significa que están por debajo del grado de inversión. Esto los hace más riesgosos para invertir en comparación con otros tipos de bonos, ya que existe una mayor probabilidad de que el emisor incumpla o sufra un evento crediticio. Sin embargo, pese al mayor riesgo, estos bonos ofrecen tasas de interés más altas a los inversores, por lo que también se conocen como bonos de alto rendimiento.

Conceptos básicos

Los bonos basura son bonos que conllevan un mayor riesgo de impago que la mayoría de los bonos emitidos por corporaciones y gobiernos. Esencialmente, un bono funciona como un contrato de deuda, obligando al emisor a abonar pagos de interés y a devolver el principal a los inversores que adquieren el bono.

Los bonos basura se refieren específicamente a instrumentos de deuda emitidos por empresas con dificultades financieras, lo que introduce una mayor probabilidad de incumplimiento en los pagos de intereses o de no reembolsar el principal a los inversores. A menudo sinónimo del término bonos de alto rendimiento, esta denominación subraya la necesidad de un rendimiento mayor para compensar el riesgo inherente asociado a estos instrumentos.

Explorando los bonos basura

Al desentrañar las complejidades de los bonos de alto rendimiento, coloquialmente conocidos como "bonos basura", se encuentran paralelismos notables con los bonos corporativos tradicionales desde una perspectiva técnica. Ambos son instrumentos de deuda emitidos por entidades, que aseguran a los inversores pagos de interés y la devolución del principal al vencimiento. Sin embargo, el factor diferenciador radica en la calidad crediticia inferior de los emisores de bonos basura.

Los bonos, como instrumentos de renta fija, constituyen un método que emplean las corporaciones y los gobiernos para obtener capital de los inversores. El proceso de adquisición de un bono implica que los inversores prestan esencialmente dinero al emisor, que se compromete a devolver la suma en una fecha de vencimiento predefinida. Durante la vigencia del bono, los inversores suelen recibir pagos de interés anuales, denominados tasa de cupón.

Por ejemplo, un bono con una tasa de cupón anual del 5% indica que los inversores ganan un 5% anual. Así, un bono con un valor nominal de $1,000 genera un rendimiento anual del 5% de $1,000, es decir, $50 hasta que el bono llega a su vencimiento.

Dinámica del rendimiento en bonos de alto riesgo

Dentro del espectro financiero, los bonos con un riesgo elevado de incumplimiento por parte de la empresa se denominan bonos basura. Estos instrumentos suelen ser emitidos por empresas emergentes con dificultades o por compañías en apuros financieros, lo que introduce una incertidumbre inherente para los inversores respecto al reembolso del principal y la recepción de pagos regulares de intereses. En consecuencia, para compensar este mayor riesgo, los bonos basura ofrecen un rendimiento superior en comparación con sus contrapartes más seguras, atrayendo a inversores necesarios para financiar las operaciones de estas empresas.

Ventajas

  • Rendimientos superiores: Los bonos basura superan a varios instrumentos de deuda de renta fija en cuanto a retornos.
  • Potencial de apreciación: Mejores condiciones financieras de la empresa pueden provocar aumentos sustanciales en el valor de los bonos basura.
  • Indicador de riesgo: Los bonos basura funcionan como indicadores que reflejan el sentimiento de riesgo de los inversores en el mercado.

Desventajas

  • Mayor riesgo de incumplimiento: Los bonos basura conllevan un riesgo de impago superior al de bonos con calificaciones crediticias mejores.
  • Volatilidad de precios: La incertidumbre sobre el desempeño financiero del emisor puede contribuir a fluctuaciones en los precios de los bonos basura.
  • Señales de sobrecompra del mercado: Mercados de bonos basura activos pueden indicar complacencia de los inversores frente al riesgo, lo que podría provocar caídas del mercado.

Uso de los bonos basura como indicador de mercado

Los inversores a menudo aprovechan los bonos basura no solo por los ingresos por intereses, sino como una vía para capitalizar posibles alzas de precio vinculadas a mejoras en la salud financiera de la empresa emisora. Los especuladores que prevén un aumento en los precios de los bonos están esencialmente apostando a una mayor demanda por bonos de alto rendimiento, incluso aquellos con calificaciones más bajas, catalizada por cambios en el sentimiento de riesgo del mercado. Por ejemplo, la expectativa de una mejora económica, a nivel nacional o global, podría llevar a los inversores a adquirir bonos basura de empresas que se espera prosperen con el repunte económico.

Este aumento en la demanda de bonos basura funciona a su vez como un indicador de riesgo de mercado para ciertos inversores. La compra de estos bonos señala una disposición entre los participantes del mercado a asumir más riesgo, impulsada por la percepción de una economía en mejora. Por el contrario, una venta masiva de bonos basura con descensos en los precios indica una postura aversa al riesgo entre los inversores, que buscan opciones de inversión más seguras y estables.

Si bien un aumento en las inversiones en bonos basura suele reflejar optimismo del mercado, también enciende la alerta de un posible exceso de optimismo. Cabe destacar que la volatilidad de los precios de los bonos basura supera a la de los bonos de mayor calidad. Los inversores interesados en estos instrumentos pueden optar por compras individuales a través de un corredor o considerar invertir en un fondo profesionalmente gestionado de bonos basura para una aproximación diversificada.

Impacto del desempeño financiero en la dinámica de los bonos

La salud financiera de una empresa influye de manera significativa en la dinámica de sus bonos. Un desempeño financiero sólido a menudo se traduce en mejores calificaciones crediticias, atrayendo un interés considerable por parte de los inversores. Esta mayor demanda impulsa al alza los precios de los bonos, reflejando la disposición de los inversores a apostar por un emisor financieramente robusto. Por el contrario, las empresas que atraviesan dificultades financieras tienden a recibir calificaciones crediticias más bajas o degradaciones, lo que disuade a los posibles compradores. Para atraer inversores en medio de un riesgo elevado, las empresas con calificaciones pobres suelen ofrecer rendimientos más altos.

En consecuencia, los bonos emitidos por empresas con calificaciones crediticias positivas generalmente conllevan tasas de interés más bajas en sus instrumentos de deuda que aquellos emitidos por compañías con una calificación crediticia desfavorable. La vigilancia de los inversores en bonos incluye el seguimiento de las calificaciones crediticias de estos instrumentos.

Calificaciones crediticias en el panorama de bonos basura

En términos de riesgo percibido en las inversiones, los bonos basura destacan como una categoría que merece una escrutinio cercano. Para medir el nivel de riesgo asociado a estas inversiones, los inversores suelen confiar en la calificación crediticia del bono, una evaluación de la solvencia del emisor y de la deuda representada por los bonos. Esta calificación influye tanto en el precio de mercado del bono como en la tasa de interés que ofrece.

Las agencias de calificación crediticia juegan un papel fundamental en esta evaluación, asignando calificaciones en forma de letras para reflejar su juicio sobre la solvencia del emisor. Por ejemplo, Standard & Poor's adopta una escala que va desde la máxima calificación AAA hasta calificaciones más bajas como C y D. Cualquier bono calificado por debajo de BB se categoriza como especulativo o bono basura, señalando un perfil de riesgo elevado que debería hacer reflexionar a los inversores más conservadores.

Grado de inversión

Los bonos que reciben una calificación de grado de inversión provienen de corporaciones consideradas muy probables de cumplir con sus pagos regulares de cupón y de devolver el principal a los inversores. Standard & Poor's ofrece calificaciones como AAA (excelente), AA (muy buena), A (buena) y BBB (adecuada).

Los bonos que caen en la categoría doble-B y por debajo se designan como bonos basura, lo que indica un territorio cargado de riesgo. Las calificaciones en esta categoría incluyen CCC (actualmente vulnerable al impago), C (altamente vulnerable al impago) y D (en incumplimiento). Los inversores que se aventuran en este espacio pueden sufrir pérdidas en caso de impago.

La viabilidad financiera de una empresa y la probabilidad de que honre los términos del bono quedan encapsuladas en estas calificaciones crediticias. Las empresas con calificaciones más bajas pueden encontrar dificultades para recaudar el capital esencial para sus operaciones continuas. Sin embargo, los esfuerzos diligentes de una empresa por mejorar su desempeño financiero podrían desencadenar un ajuste al alza en la calificación de su bono, lo que llevaría a una apreciación notable en el precio del bono. A la inversa, el deterioro de la situación financiera de una empresa puede llevar a las agencias de calificación a degradar su calificación crediticia y la de sus bonos. Una investigación exhaustiva del negocio subyacente y de los documentos financieros disponibles es imprescindible para los inversores que navegan las complejidades de la deuda basura.

Eventos de impago en los mercados de bonos

Los impagos de bonos ocurren cuando un bono no cumple con sus pagos programados de principal e intereses, constituyendo un incumplimiento de las obligaciones de deuda. El impago comprende la incapacidad de devolver intereses y principal en un préstamo o valor. El mayor riesgo de impago en los bonos basura proviene de ingresos impredecibles o de garantías insuficientes. Las desaceleraciones económicas amplifican aún más el riesgo de impago de bonos, haciendo que estas deudas de menor categoría sean aún más precarias.

Ejemplo real de un bono basura

Ilustrando la aplicación práctica de un bono basura, Tesla Inc. (TSLA) emitió un bono a tasa fija con vencimiento el 1 de marzo de 2021, con una tasa de cupón semestral fija del 1.25%. Inicialmente asignado con una calificación S&P de B- en su emisión de 2014, la calificación crediticia del bono recibió una mejora en octubre de 2020 a BB-, aún dentro del territorio de bonos basura. Una calificación BB indica una vulnerabilidad reducida al impago, pero reconoce incertidumbres significativas o exposición a condiciones adversas del negocio y la economía.

A fecha de octubre de 2020, el precio de mercado del bono de Tesla se situaba en $577, superando su valor nominal original de $100 emitido en 2014. Esta prima considerable refleja el rendimiento adicional que los inversores reciben por encima del pago del cupón. Cabe señalar que los bonos son convertibles en acciones, un factor que contribuye a su prima sustancial. Con las acciones de Tesla subiendo un 600% en los doce meses anteriores al 26 de octubre de 2020, estos bonos han surgido como alternativas valiosas a la renta variable para algunos inversores.

Conclusión

Los bonos basura presentan un panorama financiero matizado con mayor riesgo y potenciales retornos. Estos instrumentos de deuda de calificación inferior actúan tanto como indicadores de riesgo como oportunidades de rendimiento, y afrontan desafíos derivados de recesiones económicas y eventos de impago. Los inversores deben ejercer diligencia, reconociendo las recompensas y los riesgos inherentes al comprar estos bonos.

Junk Bond
Leer más

Haz crecer tu cripto con hasta 20% de rendimiento anual

Solo deposita, relájate y mira cómo aumenta tu saldo — de forma seguraComienza a Ganar