¿Qué es una cuenta de corretaje?
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¿Qué es una cuenta de corretaje?

Alice Cooper · 28 de septiembre de 2025 · 10min ·

Las cuentas de corretaje, bajo el amparo de firmas de corretaje autorizadas, son un canal para actividades de inversión. Aquí, los inversores depositan fondos y confían en la firma de corretaje para ejecutar operaciones que abarcan acciones, bonos, fondos mutuos y fondos cotizados (ETFs) en su nombre. Dentro de estas cuentas de inversión se alojan los activos propiedad de los inversores, que constituyen ingresos sujetos a declaración fiscal.

Conceptos básicos

Los inversores tienen necesidades financieras y de inversión diversas, lo que exige una selección cuidadosa de la firma de corretaje. Quienes buscan servicios de asesoría pueden encontrar valor en las corredurías de servicio completo (full-service), aunque con tarifas más altas. Estas firmas cobran una tarifa fija vinculada al tamaño de la cuenta o comisiones por operación.  Las corredurías en línea, distinguidas por sus tarifas reducidas, son ideales para inversores autodirigidos que desean autonomía en la investigación, las operaciones y las gestiones de cuenta. Los robo-advisors, caracterizados por la gestión algorítmica y mínima intervención humana, ofrecen un paquete integral de planificación financiera, inversión y supervisión de cartera.

Cuentas de corretaje: un panorama multifacético

En el ámbito del corretaje se despliega una amplia variedad de opciones que permiten a los inversores adaptar sus elecciones a sus preferencias financieras. En este espectro, las corredurías de servicio completo ofrecen asesoría extensa y servicios complementarios a cambio de tarifas elevadas. Por el contrario, los brokers en línea presentan una interfaz simplificada para colocar órdenes, priorizando la eficiencia de costos. Los robo-advisors, reflejo del avance tecnológico, utilizan algoritmos para brindar planificación financiera y servicios de inversión, ofreciendo accesibilidad y requisitos de apertura mínimos.

Variables como la velocidad de ejecución, las herramientas analíticas, los activos negociables y la posibilidad de operar con margen distinguen las cuentas de corretaje. En su nivel más básico, la cuenta de efectivo (cash account) permite invertir con fondos depositados, aunque con limitaciones para ventas en corto, operaciones con margen y negociación de opciones.

Para capacidades ampliadas, la cuenta con margen resulta clave. Allí, un préstamo respaldado por la correduría posibilita compras adicionales, con los valores retenidos como colateral. No obstante, se devengan intereses sobre el préstamo y, si el valor de los activos cae significativamente, puede emitirse un margin call que exige acción inmediata o la liquidación de valores.

Tipos de cuentas de corretaje

Cuentas en corredurías de servicio completo

Para inversores que buscan orientación profesional, las firmas de corretaje de servicio completo son una opción atractiva. Nombres destacados incluyen Merrill, Morgan Stanley, Wells Fargo Advisors y UBS, entre otros. En estas entidades, los asesores financieros ofrecen su experiencia, ayudando a los clientes a diseñar planes de inversión, ejecutar operaciones, supervisar inversiones y mercados, y más. Cabe señalar que los asesores pueden operar bajo mandatos no discrecionales o discrecionales, con distintos requisitos de aprobación de transacciones.

En las cuentas de correduría de servicio completo surgen dos paradigmas de precio: comisiones y honorarios del asesor. Las comisiones se aplican al comprar o vender inversiones, independientemente del origen de la operación o su rentabilidad.

En contraste, las cuentas con honorarios del asesor se definen por tarifas anuales fijas, que suelen oscilar entre el 0,5% y el 2% del saldo de la cuenta. Este pago exime a los inversores de comisiones por operación. Es esencial que los inversores discutan los modelos de compensación al inicio de la relación con su asesor.

Corredurías de descuento

En el ámbito de la inversión autodirigida surge una opción atractiva: las corredurías de descuento. Entre estas se encuentran Charles Schwab, TD Ameritrade, E*TRADE, Vanguard y Fidelity, que destacan por su asequibilidad en comparación con las corredurías de servicio completo. Aunque los servicios están simplificados para mantener bajas las tarifas, estas plataformas atienden a inversores que priorizan la eficiencia de costos y una experiencia de trading online fluida.

Por ejemplo, un broker de descuento típico permite abrir una cuenta de corretaje fiscal o de retiro con un depósito mínimo modesto, alrededor de $500. La compra y venta de acciones, opciones y ETFs suele ser en gran medida sin comisiones. Pueden aplicarse cargos para acciones no estadounidenses o acciones con poco volumen, según las políticas del broker.

Los inversores pueden esperar comisión cero en compras de bonos del Tesoro, aunque los bonos negociados en el mercado secundario pueden generar comisiones. Plataformas como Schwab, Fidelity y E*TRADE amplían su oferta presentando una selección completa de fondos mutuos sin costos por transacción.

Cuentas con robo-advisor

Los robo-advisors representan un enfoque revolucionario en la gestión de inversiones impulsado por algoritmos, que elimina la necesidad de intervención humana directa. En este modelo, las decisiones de inversión las selecciona el propio robo-advisor, lo que reduce la implicación activa del titular de la cuenta. Esta vía automatizada suele centrarse en fondos mutuos o ETFs como instrumentos de inversión. El coste es atractivo: alrededor del 0,25% de los activos bajo gestión (AUM) anual. Los requisitos para abrir una cuenta con un robo-advisor varían, desde $0 hasta $500, e incluso $5,000 o más, según el proveedor.

Los robo-advisors atienden a un público diverso: desde principiantes en inversión hasta veteranos que prefieren una gestión pasiva de sus carteras. La ventaja es la gestión sin esfuerzo, con algoritmos que eligen las inversiones evitando la complejidad de la intervención humana.

Cuentas de corretaje con un asesor financiero regional

Para quienes desean un trato personalizado y una gama de servicios, las firmas de corretaje comunitarias son una alternativa. Estas entidades locales ofrecen un punto intermedio entre las corredurías integrales y las corredurías de descuento. Ejemplos representativos son Raymond James, Janney Montgomery Scott y Edward Jones.

Actuando como broker-dealers y asesores financieros, estas firmas regionales combinan experiencia y proximidad. Su modelo operativo a menudo exige un tamaño mínimo de cuenta significativo, orientado a clientes con un patrimonio ligeramente mayor. Con el tiempo, sus propuestas suelen resultar más coste-efectivas que las de corredurías grandes y completas.

Corredurías en línea

Las corredurías en línea son una opción atractiva para quienes desean control directo sobre su cartera y sus operaciones, mediante interfaces web y apps móviles. Estas plataformas ofrecen herramientas de investigación y análisis que empoderan a los inversores para tomar decisiones informadas. Su estructura de tarifas es diversa, incluyendo tanto comisiones por transacción como modelos sin comisiones.

Robinhood fue pionera en los brokers en línea al introducir trading sin comisiones para acciones, ETFs y opciones. Sus fuentes de ingresos son variadas: payment for order flow (PFOF), intereses por margen y ganancias por saldos en efectivo, entre otras. El PFOF, una fuente clave de ingresos, implica compensación por dirigir órdenes a market makers específicos. Normalmente, esta compensación equivale a una fracción de centavo por acción.

La lista de brokers en línea sin comisiones va más allá de Robinhood e incluye nombres reconocidos como Charles Schwab, Fidelity, E*Trade, Vanguard y TD Ameritrade. Estas firmas redefinen la dinámica del corretaje, promoviendo accesibilidad y flexibilidad en el trading online.

Cuentas de corretaje en efectivo

Las cuentas de corretaje en efectivo son una vía introductoria al trading. Estas cuentas requieren un depósito en efectivo inicial para comenzar a operar. En este contexto, las opciones se limitan a acciones básicas como la compra de valores. Ciertas operaciones avanzadas, como la venta en corto, no están disponibles en cuentas en efectivo. Cabe señalar que las cuentas en efectivo pueden encontrarse tanto en corredurías de descuento como en corredurías de servicio completo.

Cuentas con margen

Las cuentas con margen amplifican el potencial operativo al permitir pedir prestado fondos al broker para financiar operaciones. El broker actúa como prestamista, lo que posibilita realizar transacciones mayores y más sofisticadas, incluida la venta en corto de acciones.

Al utilizar una cuenta con margen, el inversor debe pagar intereses sobre los fondos prestados. Sin embargo, es importante reconocer que esta mayor flexibilidad conlleva riesgos. Si el valor de la cuenta cae por debajo de un umbral determinado debido a la volatilidad del mercado, la correduría puede exigir un aporte inmediato de fondos por parte del inversor.

Las cuentas con margen están disponibles tanto en corredurías de descuento como en corredurías de servicio completo. Esta herramienta financiera es poderosa pero conlleva riesgos. Para quienes empiezan en la inversión, abrir una cuenta en efectivo suele ser una opción prudente antes de abordar las complejidades del margen.

Cómo abrir una cuenta de corretaje

El proceso de apertura de una cuenta de corretaje puede completarse en minutos. Empieza por elegir la firma y el tipo de cuenta deseada, ya sea sujeta a impuestos o con ventajas fiscales. Reúne los siguientes datos personales:

  • Prepara tu número de Seguro Social (o Número de Identificación Fiscal).
  • Ten tu identificación emitida por el gobierno, como licencia de conducir o pasaporte.
  • Reúne información sobre tu empleo.
  • Organiza datos financieros, incluyendo ingresos anuales y patrimonio neto.

Durante el proceso de registro se te preguntará sobre tus necesidades financieras, objetivos de inversión, estilo preferido y tolerancia al riesgo. Tras completar el perfil y establecer la cuenta, el siguiente paso es financiarla.

Cuenta de corretaje estándar vs. cuenta IRA de corretaje

Los inversores pueden abrir tanto una cuenta de corretaje estándar como una cuenta IRA de corretaje. Curiosamente, una cuenta IRA se puede crear incluso si se cuenta con un plan de jubilación empresarial como un 401(k). Esto permite una estrategia adicional para ahorrar con ventajas fiscales destinadas a la jubilación. Entender la diferencia entre una cuenta de corretaje estándar y una IRA ayuda a decidir si optar por una, por la otra o por ambas.

Cuenta de corretaje estándar

  1. Se trata de una cuenta sujeta a impuestos: la cuenta de corretaje estándar.
  2. No tiene restricciones de financiación: puedes depositar fondos con la frecuencia y el monto que desees.
  3. Si bien las aportaciones no son deducibles, la mayoría de las ganancias derivadas de inversiones están sujetas a impuestos sobre plusvalías.
  4. El universo de valores ofrecidos por tu correduría está disponible para invertir.
  5. Con gran flexibilidad, esta cuenta permite retiros de fondos en cualquier momento.
  6. Su utilidad es amplia: sirve para construir riqueza a largo plazo y para objetivos financieros inmediatos como la compra de una vivienda.

Cuenta IRA de corretaje

  1. Surge como un refugio con ventajas fiscales: la Cuenta IRA de Corretaje.
  2. Está sujeta a un límite anual de contribución, por lo que se requiere planificación financiera.
  3. En este marco, una IRA tradicional permite contribuciones deducibles de impuestos, pero tributa al retirar en la jubilación. En contraste, la Roth IRA implica aportes con impuestos ya pagados, sin deducibilidad, pero las retiradas en la jubilación son libres de impuestos.
  4. Las ganancias dentro de esta cuenta crecen sin la carga impositiva inmediata.
  5. El abanico de valores que ofrece tu correduría está disponible para invertir.
  6. Existen límites regulatorios en las contribuciones y reglas de retiro que buscan evitar sanciones.
  7. Esta cuenta es una herramienta orientada a fomentar el ahorro a largo plazo para la jubilación.

Conclusión

En el ámbito financiero, una cuenta de corretaje funciona como un conducto que permite a los inversores comprar y vender valores de inversión a través de firmas de corretaje. Es un instrumento central para la acumulación de patrimonio.

Estas cuentas sirven como espacios versátiles para adquirir, mantener y desinvertir una variedad de vehículos de inversión, incluidas acciones, bonos, fondos mutuos y ETFs. Para optimizar el ahorro y las oportunidades de inversión, los inversores pueden abrir una cuenta de corretaje estándar o una IRA de corretaje, incluso junto a un plan de jubilación laboral existente. Esta estrategia amplía las posibilidades financieras a futuro.

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