¿Qué es una curva de rendimiento invertida?
La curva de rendimiento es una representación gráfica de los rendimientos de bonos similares con diferentes vencimientos. Una curva de rendimiento invertida ocurre cuando los instrumentos de deuda a corto plazo tienen rendimientos más altos que los instrumentos a largo plazo con el mismo perfil de riesgo crediticio. Se trata de un fenómeno inusual que refleja las expectativas de los inversores en bonos sobre una caída de las tasas de interés a largo plazo, normalmente asociada a recesiones. Los participantes del mercado y los economistas usan varios diferenciales de rendimiento como proxy de la curva de rendimiento.
Conceptos básicos
Una curva de rendimiento invertida se manifiesta cuando las tasas de interés a largo plazo caen por debajo de sus homólogas a corto plazo. En este escenario, el rendimiento tiende a disminuir a medida que se extiende la fecha de vencimiento. A menudo etiquetada como una curva de rendimiento negativa, los datos históricos respaldan su credibilidad como un aviso confiable de una recesión inminente.
Explorando las curvas de rendimiento invertidas
La curva de rendimiento es la representación gráfica de los rendimientos de bonos comparables a lo largo de diversos vencimientos, conocida comúnmente como la estructura temporal de las tasas de interés. La publicación diaria del Tesoro de EE. UU. sobre los rendimientos de letras y bonos del Tesoro permite visualizar esta curva. Los analistas suelen simplificar las señales de la curva de rendimiento centrándose en el diferencial entre dos vencimientos. Sin embargo, no existe consenso sobre qué spread es el indicador más fiable de una recesión próxima.
Tradicionalmente, la curva de rendimiento tiene pendiente positiva, reflejando un mayor riesgo para los tenedores de deuda a largo plazo. Se produce una inversión cuando las tasas a largo plazo caen por debajo de las tasas a corto plazo, lo que indica un traslado de fondos de los inversores desde bonos a corto plazo hacia bonos a largo plazo. Este desplazamiento sugiere un pesimismo creciente sobre las perspectivas económicas a corto plazo.
Históricamente, las inversiones de la curva de rendimiento, aunque poco frecuentes, han precedido de forma cercana a las recesiones, captando gran atención entre los participantes del mercado financiero. Entre los indicadores líderes, una curva de rendimiento del Tesoro invertida destaca como particularmente fiable para señalar una recesión inminente.
Seleccionando tu spread
En la investigación académica, la correlación de la curva de rendimiento invertida con las contracciones económicas suele estudiarse comparando los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. a 10 años y las letras del Tesoro a tres meses. Por otro lado, los actores del mercado han dirigido frecuentemente su atención al diferencial de rendimiento entre los bonos a 10 años y a dos años.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, manifestó en marzo de 2022 su inclinación a evaluar el riesgo de recesión examinando la diferencia entre la tasa vigente de la letra del Tesoro a tres meses y la valoración implícita en los derivados del mercado, que anticipan esa misma tasa dentro de 18 meses.
Casos históricos de curvas de rendimiento invertidas
A lo largo de los años, la fiabilidad del diferencial entre el Tesoro a 10 años y el de 2 años como predictor de recesiones ha sido notable, con solo un falso positivo a mediados de la década de 1960, a pesar del escepticismo de numerosos altos funcionarios económicos de EE. UU.
En 1998, tras el impago de la deuda rusa, se produjo una breve inversión en el spread 10 años/2 años, pero recortes oportunos de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal evitaron una recesión en EE. UU.
Aunque una curva de rendimiento invertida ha anticipado con frecuencia recesiones en las últimas décadas, no es un factor causal. En cambio, refleja la anticipación de los inversores de una caída en los rendimientos a largo plazo, un patrón típico en una recesión.
En 2006, el spread se invirtió durante un período prolongado, presagiando la Gran Recesión que comenzó en diciembre de 2007. El 28 de agosto de 2019, una breve inversión negativa en el spread 10 años/2 años precedió a una recesión de dos meses en febrero y marzo de 2020 en el contexto del brote de COVID-19.
Relación entre la curva de rendimiento invertida actual y las recesiones venideras
Al 2 de diciembre de 2022, en medio del aumento de la inflación, la curva de rendimiento volvió a invertirse, con los rendimientos del Tesoro como sigue:
- Rendimiento del Tesoro a tres meses: 4.22%
- Rendimiento del Tesoro a dos años: 4.28%
- Rendimiento del Tesoro a 10 años: 3.51%
- Rendimiento del Tesoro a 30 años: 3.56%
Es notable que la brecha negativa entre la tasa del Tesoro estadounidense a 10 años y el rendimiento a dos años es la más amplia desde finales de 1981, durante una profunda recesión.
El estado de la curva de rendimiento sugiere que los inversores anticipan tiempos difíciles y que la Reserva Federal podría verse obligada a recortar los costos de endeudamiento en respuesta. Sin embargo, existen opiniones divergentes entre los economistas sobre la posibilidad de una recesión en el futuro inmediato. Algunos expertos sostienen que la inversión de la curva en diciembre de 2022 no es necesariamente un signo de un colapso económico, sino que indica que los inversores confían en que el alza inflacionaria ha sido controlada y que pronto volverá la normalidad.
Conclusión
Los períodos prolongados de inversión de la curva de rendimiento emergen como un indicador más fiable de una recesión inminente en comparación con las inversiones breves, independientemente del spread de rendimiento elegido como proxy. No obstante, la escasez de recesiones ha dificultado el establecimiento de conclusiones definitivas. Un investigador de la Reserva Federal reconoce la dificultad de predecir recesiones, citando la limitada frecuencia de ocurrencia y la comprensión incompleta de sus causas. A pesar de estos desafíos, la búsqueda persistente de entendimiento continúa.