¿Qué es una DAO y cómo funciona?
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¿Qué es una DAO y cómo funciona?

Alice Cooper · 12 de septiembre de 2025 · 8min ·

Conceptos básicos

Las organizaciones autónomas descentralizadas, o DAOs, son una forma novedosa de estructura organizativa que surgió gracias a la tecnología blockchain. Estas entidades pueden funcionar de forma autónoma, sin requerir coordinación o intervención de una autoridad central. En una DAO, los miembros de una comunidad pueden participar en la toma de decisiones y en la gestión de la organización sin la necesidad de un órgano de gobierno central.

Los tenedores de tokens en una DAO pueden emitir votos para determinar el mejor curso de acción para la organización, ya que el poder se distribuye entre ellos. Todas las transacciones y actividades en una DAO son públicamente visibles en la blockchain, lo que garantiza transparencia y rendición de cuentas.

Las DAOs tienen una variedad de aplicaciones, desde agrupar fondos para inversión de riesgo hasta verificar la autenticidad de datos externos (off-chain). El concepto de DAO no es completamente nuevo; a menudo se considera a Bitcoin como la organización autónoma descentralizada original.

¿Qué es una DAO?

Las DAOs son entidades que operan de forma independiente sin liderazgo centralizado. Se rigen por reglas incorporadas en su diseño y son gestionadas por la comunidad en lugar de por una autoridad central. A diferencia de las organizaciones tradicionales, las DAOs no tienen a una persona o grupo único que pueda tomar decisiones unilaterales. En su lugar, el modelo de gobernanza de una DAO se basa en propuestas presentadas por los miembros de la comunidad, que luego se someten a votación.

La toma de decisiones organizativas se democratiza mediante las DAOs, lo que crea una comunidad más equitativa e inclusiva. Este modelo gana popularidad entre los entusiastas de las criptomonedas, ya que empodera a cada miembro para contribuir al futuro de la organización.

Las criptomonedas como Bitcoin también son descentralizadas, no están controladas por una autoridad central como un gobierno o un banco central. En su lugar, redes de ordenadores mantienen estos activos digitales mediante reglas codificadas, haciéndolos permissionless y resistentes a la censura.

En 2016 se introdujo el primer DAO, con el objetivo de que todos los miembros actuasen como órgano de gobierno. Este enfoque innovador extendió los principios de las criptomonedas a la toma de decisiones organizativas, creando una entidad dirigida por la comunidad sin autoridad central.

¿Cómo funcionan las DAOs?

Las DAOs son administradas por una comunidad de partes interesadas que comparten un objetivo común y están incentivadas mediante un mecanismo criptoeconómico. Las reglas de la DAO se escriben en contratos inteligentes por el equipo central de desarrolladores de la comunidad, que definen el marco fundacional de la organización.

Las propuestas realizadas por los miembros se almacenan de forma transparente en la blockchain, y las DAOs funcionan a través de ellas. Si una propuesta es apoyada por la mayoría de las partes interesadas o cumple un conjunto de reglas predeterminado, se implementa automáticamente. El poder de voto de los miembros puede variar en función del número de tokens de gobernanza que posean. Este enfoque busca alinear los intereses de la organización con los de sus miembros.

En contraste con las organizaciones tradicionales, las DAOs usan mecanismos económicos en lugar de estructuras jerárquicas. Los miembros de una DAO no están vinculados por un contrato formal, sino por un objetivo común e incentivos de red. Las DAOs operan sin fronteras y pueden estar sujetas a regulaciones según las leyes de las jurisdicciones con las que interactúen. Una vez desplegada, una DAO no puede ser controlada por una sola parte, sino que se gobierna por una comunidad de participantes.

Las DAOs permiten a individuos e instituciones trabajar hacia objetivos compartidos sin tener que conocerse o confiar entre sí. A menudo se describen como un sistema operativo para la colaboración abierta.

Dilema principal-agente

El dilema principal-agente es un problema económico donde un individuo o entidad (el "agente") puede tomar decisiones y actuar en nombre de otro individuo o entidad (el "principal"), potencialmente en contra de los intereses del principal. Este problema se agrava cuando existe asimetría de información entre las dos partes. Ejemplos incluyen funcionarios electos que representan a los ciudadanos, corredores que representan a inversores o directivos que representan a los accionistas.

Al emplear tecnología blockchain, las DAOs pueden ofrecer un mayor grado de transparencia y modelos de incentivos bien diseñados, lo que ayuda a mitigar el dilema principal-agente. Las DAOs permiten que las partes interesadas tengan un mayor control sobre los procesos de toma de decisiones, eliminando la necesidad de una autoridad central única. Además, dado que todas las transacciones se registran en la blockchain, hay poca o ninguna asimetría de información. Así, los incentivos dentro de la organización se alinean y la operación de las DAOs es completamente transparente, lo que teóricamente las hace incorruptibles.

Ventajas de las DAOs

  • Las DAOs son únicas en su proceso de toma de decisiones, ya que no cuentan con una figura de autoridad central. En su lugar, las decisiones se toman de forma colectiva por la comunidad. Esto asegura que todos tengan voz en la dirección de la organización.
  • La transparencia es clave en las DAOs, ya que cada miembro es responsable de sus acciones. La votación se realiza a través de la blockchain y se hace públicamente accesible. Las transacciones también se registran en la blockchain, por lo que todos tienen acceso a ellas. Esto fomenta la confianza dentro de la comunidad y promueve un comportamiento ético.
  • Las DAOs están basadas en la comunidad y pueden atraer miembros de todo el mundo. Cada miembro puede contribuir al proyecto y cualquiera puede presentar propuestas. A diferencia de las estructuras corporativas tradicionales, las DAOs permiten que todos expresen sus ideas y participen en la dirección de la organización.

Los ejemplos más conocidos de DAO

La red de Bitcoin es considerada por algunos como el primer ejemplo de una DAO, aunque las opiniones varían en este tema. La red se coordina mediante un protocolo de consenso que no establece una jerarquía entre los participantes. Además, el protocolo de Bitcoin define las reglas de la organización mientras que el bitcoin como moneda incentiva a los usuarios a asegurar la red.

Pero ¿qué otras aplicaciones podrían tener las DAOs? DAOs más complejas podrían usarse para fondos de riesgo descentralizados, plataformas de redes sociales o incluso para coordinar dispositivos IoT. Un tipo de DAO llamado corporaciones autónomas descentralizadas (DAC) podría ofrecer servicios similares a las empresas tradicionales pero sin una estructura de gobierno corporativo. Por ejemplo, un servicio de transporte compartido gestionado por una DAC podría operar de forma autónoma mediante oráculos blockchain, llevando a cabo transacciones con humanos y dispositivos inteligentes e incluso realizando tareas como llevar un vehículo al taller.

“The DAO” de Ethereum

En 2016 se creó una DAO llamada "The DAO" utilizando contratos inteligentes en la blockchain de Ethereum para actuar como un fondo de riesgo autónomo. Se vendieron tokens de la DAO en una Oferta Inicial de Monedas (ICO) que otorgaban participación y derechos de voto. Sin embargo, poco después del lanzamiento, se robaron un tercio de los fondos en uno de los hacks más grandes de la historia de las criptomonedas. El evento condujo a un hard fork de la blockchain de Ethereum, con una cadena que revirtió las transacciones fraudulentas y otra que las dejó intactas. Las cadenas resultantes son ahora conocidas como Ethereum y Ethereum Classic.

Limitaciones de las DAOs

La adopción y el crecimiento de las DAOs podrían verse frenados por varios desafíos y limitaciones. Estos incluyen la incertidumbre legal, ataques coordinados y puntos de centralización.

Legal

El panorama regulatorio en torno a las DAOs aún es ambiguo en la mayoría de las jurisdicciones, y muchos gobiernos y organismos reguladores no han definido su enfoque frente a este nuevo tipo de organización. Esta falta de claridad y el estatus legal continuamente incierto podrían obstaculizar la adopción generalizada de las DAOs, ya que podrían percibirse como demasiado riesgosas o no reguladas.

Ataques coordinados

A pesar de ofrecer propiedades deseables como descentralización, inmutabilidad y ausencia de confianza, las DAOs conllevan riesgos de seguridad inherentes que no están presentes en las entidades tradicionales. Como demostró el infame hack de The DAO en 2016, esta nueva forma organizativa puede introducir riesgos novedosos, y los ataques coordinados podrían causar daños financieros y reputacionales significativos a las DAOs y a sus inversores.

Puntos de centralización

Si bien las DAOs permiten una colaboración más amplia entre participantes que nunca, las reglas de gobernanza establecidas en el protocolo siempre serán un punto de centralización. En algunos casos, la autonomía o descentralización completa puede no ser posible o tener sentido. Por tanto, las DAOs deberían esforzarse por encontrar un equilibrio entre descentralización y centralización para maximizar la eficiencia y la participación abierta, minimizando al mismo tiempo los riesgos.

Conclusión

Las DAOs permiten que las organizaciones operen sin una entidad central que gestione las acciones de los participantes al automatizar reglas de gobernanza. La red de Bitcoin puede verse como un ejemplo temprano de una DAO. Crear reglas de consenso eficientes para resolver problemas complejos de coordinación entre participantes es crucial para diseñar DAOs efectivas. Sin embargo, el principal obstáculo para implementar DAOs puede no ser tecnológico, sino social.

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