¿Qué son las provisiones generales?
Las provisiones generales son un tipo de partida del balance que representan fondos reservados por una empresa como activos para cubrir pérdidas futuras previsibles. La cantidad apartada se basa en la estimación de posibles pérdidas futuras. Los prestamistas están obligados a constituir provisiones generales cada vez que conceden un préstamo para protegerse frente a posibles impagos de los prestatarios. Sin embargo, la creación de provisiones generales ha disminuido desde que los reguladores prohibieron utilizar experiencias pasadas para estimar el nivel de provisión.
Conceptos básicos
En los balances corporativos, las provisiones generales significan fondos reservados designados por las empresas como activos para cubrir pérdidas previsibles. En el sector bancario, estas provisiones generales califican como capital suplementario según el primer Acuerdo de Basilea. Dichas provisiones incluidas en los balances de las instituciones financieras se consideran activos de mayor riesgo debido a la suposición implícita de que los fondos subyacentes probablemente fallen.
Explicación de las provisiones generales
En el mundo corporativo, las pérdidas potenciales son inevitables por factores como la depreciación de activos, fallos de productos, litigios y clientes morosos. Por ello, las empresas deben constituir provisiones financieras adecuadas para gestionar estos riesgos.
No obstante, las empresas no pueden reconocer provisiones de forma arbitraria; deben ajustarse a criterios específicos establecidos por los organismos reguladores. Los Generally Accepted Accounting Principles (GAAP) y las International Financial Reporting Standards (IFRS) ofrecen orientación sobre contingencias y provisiones. GAAP detalla sus directrices en el Accounting Standards Codification (ASC) 410, 420 y 450, mientras que IFRS presenta sus normas en el International Accounting Standard (IAS) 37.
Contabilización de pasivos futuros
Para registrar provisiones generales, se anota un gasto en la cuenta de resultados, junto con el reconocimiento de un pasivo correspondiente en el balance. La nomenclatura contable para las provisiones generales varía según el tipo de cuenta o puede estar consolidada junto con las cuentas por cobrar, representando saldos pendientes por bienes o servicios entregados que los clientes aún no han pagado. Para las empresas que gestionan transacciones y relaciones con clientes mediante cuentas por cobrar, una provisión general para créditos incobrables o cuentas dudosas puede aparecer en el balance. Aunque el importe es incierto antes del impago, se estima con una razonable aproximación.
Históricamente, las empresas podían analizar las bajas por pérdidas del ejercicio fiscal anterior al crear provisiones generales para cuentas dudosas en el ejercicio actual. Sin embargo, la Norma IAS 39 ahora prohíbe tales prácticas debido a la subjetividad implicada. En su lugar, se exige una revisión por deterioro para evaluar la recuperabilidad de los saldos deudores y las provisiones asociadas.
Las empresas con planes de pensiones pueden reservar una parte del capital para obligaciones próximas. Si se informan en el balance, las provisiones generales por importes estimados de obligaciones futuras pueden aparecer únicamente en las notas a los estados financieros.
Requisitos para bancos y prestamistas
En cumplimiento de los referentes internacionales, las instituciones financieras, incluidos los bancos, deben mantener reservas de capital suficientes para mitigar riesgos. Este requisito puede cumplirse presentando una provisión para créditos incobrables o una provisión general en el balance. Estos fondos de reserva actúan como capital suplementario, protegiendo frente a posibles impagos de préstamos de alto riesgo.
Diferenciando provisiones: generales vs. específicas
Las provisiones específicas surgen cuando afloran pérdidas futuras identificables. Ejemplos incluyen registrar una cuenta por cobrar si un cliente concreto atraviesa serios problemas financieros o mantiene un conflicto comercial con la entidad. Los saldos se identifican analizando la antigüedad de las cuentas por cobrar, mostrando el tiempo transcurrido desde la emisión del documento. Los saldos muy antiguos pueden incluirse en la provisión específica para créditos dudosos.
No obstante, las provisiones específicas pueden no cubrir la totalidad del importe dudoso. Por ejemplo, una probabilidad del 50% de recuperar una deuda dudosa para una cuenta concreta puede requerir una provisión específica del 50%. En la industria bancaria, se constituyen provisiones genéricas en el momento de la aprobación del préstamo, mientras que las provisiones específicas se establecen para proteger frente a impagos de préstamos.
Factores relevantes en la contabilidad de provisiones
Las provisiones han generado controversias, con casos históricos de contables creativos que las manipulaban para equilibrar beneficios. Esto implicaba aumentar provisiones en años prósperos y reducirlas en periodos de menores ganancias. Para abordar este problema, los reguladores contables han implementado medidas estrictas. Las nuevas directrices desincentivan estimaciones subjetivas, lo que ha llevado a una reducción en la constitución de provisiones generales.
Conclusión
Las provisiones generales son cruciales en la gestión financiera corporativa, representando fondos destinados a compensar pérdidas futuras previstas. La disminución en su constitución, impulsada por medidas regulatorias, refleja un compromiso por limitar usos indebidos. Las instituciones financieras, sujetas a normas globales, emplean provisiones generales como capital suplementario para mitigar riesgos asociados a préstamos de alto riesgo. La distinción entre provisiones generales y específicas subraya el enfoque matizado en la contabilización de pérdidas futuras identificables. En conjunto, estas provisiones forman un aspecto vital de las estrategias financieras, adaptándose a un entorno regulatorio cambiante para garantizar transparencia y prácticas fiscales sólidas.