¿Qué es el ransomware?
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¿Qué es el ransomware?

Ellie Montgomery · 13 de septiembre de 2025 · 5min ·

El ransomware es un software malicioso que bloquea los archivos de un usuario, haciéndolos inaccesibles hasta que se pague un rescate al atacante. Los pagos de rescate se solicitan comúnmente en criptomonedas como Bitcoin, que permiten transacciones anónimas y en línea.Si el rescate no se paga a tiempo, la cantidad exigida puede aumentar y, en última instancia, los datos del usuario podrían destruirse por completo. Los ataques de ransomware son un problema global que provoca miles de millones de dólares en pagos de rescate cada año.

Conceptos básicos

Un método engañoso llamado ransomware se ha vuelto prevalente en el ámbito del ciberdelito. Esta técnica maliciosa emplea software cuidadosamente diseñado para tomar el control del sistema informático de una víctima, reteniéndolo efectivamente como rehén hasta que se entregue un rescate. Los perpetradores de los ataques de ransomware a menudo insisten en recibir el pago en forma de criptomoneda, particularmente Bitcoin, aprovechando su aparente velo de anonimato y la conveniencia de las transacciones en línea. Agravando la gravedad de esta amenaza digital, el software malicioso utilizado en los ataques impone un bloqueo temporal en el equipo de la víctima, con consecuencias graves: o bien el rescate exigido aumenta de valor, o los datos invaluables de la víctima quedan irrevocablemente destruidos.

¿Qué es el ransomware?

En el mundo interconectado de hoy, donde la tecnología digital revoluciona industrias y fomenta experiencias personalizadas, acecha una actividad criminal amenazante. El ransomware, un producto insidioso del progreso tecnológico, causa estragos en empresas, instituciones financieras, organismos gubernamentales, centros médicos y muchas otras organizaciones. Aprovechando las mismas herramientas destinadas a empoderar a usuarios legítimos, actores malintencionados utilizan tecnología emergente para orquestar ataques en línea impulsados por la diversión o el lucro.

Estos ciberdelincuentes participan en brechas de datos, saqueando información personal identificable de individuos. Los datos robados se venden a través de canales clandestinos en línea, obteniendo sumas considerables en moneda fiduciaria o criptomonedas. Además, algunos agresores emplean tácticas disruptivas como ataques de Denegación de Servicio (DoS), con la capacidad de negar a las empresas el acceso a sus sistemas informáticos. Estos perpetradores exigen audazmente el pago en Bitcoin, manteniendo a la organización como rehén hasta que se abone el rescate —una variante maliciosa de un ataque DoS.

Solo en 2020, la economía global soportó el peso del ransomware, con estimaciones que sugieren pérdidas asombrosas de 20.000 millones de dólares. Esta cifra formidable demuestra el alcance y las consecuencias financieras de esta amenaza perniciosa.

¿Cómo funciona el ransomware?

En el intrincado mundo de las amenazas cibernéticas, el software malicioso conocido como ransomware actúa con precisión calculada. Oculto en archivos adjuntos de correo electrónico, software o sitios web no seguros, este malware insidioso extiende su red de cifrado sobre el sistema informático de la víctima. Cuando usuarios desprevenidos intentan acceder a programas infectados, el ransomware entra en acción, bloqueando la pantalla del equipo o cifrando archivos críticos dentro del sistema.

Encuentra una ventana a pantalla completa que materializa un ultimátum sombrío. Revela que el equipo del usuario ha sido inmovilizado y presenta una demanda intimidante de dinero o Bitcoins para desbloquear el sistema. Acompañando esta revelación angustiosa hay un implacable temporizador regresivo, que representa el tiempo que queda antes de que los datos secuestrados sean destruidos definitivamente o la suma del rescate aumente.

Los atacantes de ransomware emplean varios canales para extorsionar el pago en su búsqueda de ganancias ilícitas. Algunos insisten en fondos transferidos a través de Western Union o enviados mediante mensajes de texto especializados. Otros exigen pagos audaces mediante tarjetas de regalo populares como Amazon o iTunes. El abanico de demandas de ransomware varía desde sumas modestas de unos pocos cientos de dólares hasta cifras astronómicas, que alcanzan los 50.000 dólares. Una vez recibido el pago, los hackers descifran meticulosamente los archivos, liberando el sistema de su cautiverio digital.

Para amplificar su alcance malicioso, los atacantes de ransomware aprovechan el poder de las botnets: redes clandestinas de dispositivos comprometidos sin el conocimiento de sus propietarios. Los hackers apoderan de un ejército de sistemas vulnerados al infectar ordenadores con malware que les concede control. Estos dispositivos controlados luego propagan millones de archivos adjuntos de correo electrónico comprometidos, atrapando a víctimas desprevenidas en la red del ransomware. Con múltiples sistemas cautivos, los asaltantes esperan un botín exorbitante, confiando en un pago colosal que se adapte a su gran esquema.

Ejemplo de ransomware

Las empresas atrapadas por el ransomware enfrentan consecuencias graves, con información propietaria en riesgo de eliminación, operaciones en desorden, reputación dañada y recursos financieros agotados. Una ilustración inquietante de esta amenaza se produjo en el Hollywood Presbyterian Medical Center en 2016, cuando el hospital fue víctima de atacantes de ransomware. Como rehén, el hospital se vio obligado a pagar un elevado rescate de aproximadamente 17.000 dólares en Bitcoins para recuperar los datos de sus pacientes.

Las secuelas de este incidente repercutieron en todo el centro médico. Algunos pacientes tuvieron que ser trasladados de urgencia a otras instalaciones para recibir tratamiento vital. Al mismo tiempo, el sistema de registros médicos permaneció inaccesible durante una inquietante duración de diez días, sumiendo las operaciones diarias del hospital en el caos. Las ramificaciones fueron amplias, reflejando el impacto de largo alcance del pernicioso agarre del ransomware sobre las organizaciones.

Conclusión

El ransomware sigue siendo una amenaza persistente y alarmante en el ciberdelito. Cifra archivos informáticos y los mantiene como rehenes hasta que se paga un rescate, provocando consecuencias severas para individuos y organizaciones. Los atacantes suelen exigir pagos en criptomonedas como Bitcoin, aprovechando el anonimato. La negativa a pagar puede resultar en un aumento del rescate o la destrucción de datos. La economía global ha sufrido miles de millones de dólares en pérdidas. El incidente en el Hollywood Presbyterian Medical Center ejemplifica el impacto devastador del ransomware, que interrumpe operaciones sanitarias y compromete el bienestar de los pacientes. La vigilancia y medidas robustas de ciberseguridad son cruciales para combatir esta amenaza.

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