¿Qué es un Gestor Profesional de Activos Calificado?
Un QPAM es un asesor de inversiones registrado que ayuda a las instituciones con sus decisiones de inversión. Su principal área de enfoque son las cuentas de jubilación, en especial los planes de pensiones. Al trabajar con este asesor, los fondos de inversión pueden operar en sectores que las normas de ERISA de otro modo restringirían. Esto se conoce como la exención QPAM. Siempre que estén registrados como asesores de inversiones ante la Securities and Exchange Commission (SEC), bancos y compañías de seguros pueden ser considerados QPAMs. Un Gestor Profesional de Activos Calificado se define como un asesor de inversiones registrado que tiene al menos $85 millones en activos bajo gestión y un patrimonio del accionista de $1 millón o más.
Conceptos básicos
Los asesores de inversiones registrados (RIAs), conocidos como Gestores Profesionales de Activos Calificados (QPAMs), desempeñan un papel fundamental para facilitar las inversiones financieras de diversas instituciones. Su experiencia se centra especialmente en la gestión de cuentas de jubilación, incluidos los planes de pensiones.
La importancia de los QPAMs radica en su capacidad para permitir que fondos de inversión y planes de jubilación participen en transacciones que de otro modo estarían restringidas por la Employee Retirement Income Security Act (ERISA). Al confiar su gestión a QPAMs, estas entidades pueden operar y realizar transacciones en áreas previamente prohibidas.
¿Qué es un Gestor Profesional de Activos Calificado?
El panorama de los Gestores Profesionales de Activos Calificados está definido por los criterios establecidos en la Employee Retirement Income Security Act. Instituciones constituidas, incluidos bancos y compañías de seguros, pueden cumplir los estándares de calificación de un QPAM. Además, las enmiendas vigentes desde agosto de 2005 amplían la definición para incluir a asesores de inversiones registrados que ostenten un volumen significativo de activos bajo gestión (AUM) de al menos $85 millones y un patrimonio de los accionistas superior a $1 millón.
Una ventaja reglamentaria clave es la exención QPAM para fondos de inversión. Al confiar la gestión de un fondo de inversión a un QPAM, muchas transacciones que normalmente enfrentarían restricciones bajo ERISA quedan habilitadas.
ERISA prohíbe por naturaleza ciertas transacciones con entidades en conflicto cuando se llevan a cabo con un plan o fondo regido por ERISA. Sin embargo, cuando interviene un QPAM, esta prohibición desaparece, ampliando la libertad de actuación de los patrocinadores del plan y los fiduciarios. No obstante, es esencial señalar que no se pueden realizar transacciones con el propio QPAM ni con entidades que puedan ejercer influencia sobre el QPAM.
Una responsabilidad importante que asumen los QPAMs es la representación de planes de pensiones en colocaciones privadas. La evaluación exhaustiva de colocaciones privadas para fondos de pensiones recae dentro de las funciones de los QPAMs. Además, estos profesionales están capacitados para ayudar a los planes de inversión que buscan diversificarse mediante inmuebles u otras inversiones alternativas.
Navegando transacciones prohibidas con Gestores Profesionales de Activos Calificados
La sección 406(a) de ERISA permite que un gestor profesional de activos calificado participe en transacciones que normalmente están prohibidas. Estas transacciones abarcan una amplia gama de actividades, incluidas ventas, intercambios, arrendamientos, préstamos/prórrogas de crédito y la prestación de servicios entre una parte interesada y un plan de pensiones.
Al aprovechar la experiencia de un QPAM, los fiduciarios pueden mitigar el riesgo de responsabilidad personal derivado de posibles errores, siempre que actúen con prudencia en su utilización del QPAM. Es importante notar, sin embargo, que emplear un QPAM no constituye un blindaje absoluto frente a incumplimientos del deber fiduciario.
Requisitos para los Gestores Profesionales de Activos Calificados
La elegibilidad para actuar como gestor profesional de activos calificado está definida por la Exención de Clase de Transacciones Prohibidas 84-14, emitida por el Departamento de Trabajo. Las condiciones de calificación incluyen lo siguiente:
- Los QPAMs deben ser bancos, asociaciones de ahorro y préstamo o compañías de seguros que posean capital social o patrimonio neto superior a $1 millón. Alternativamente, pueden ser asesores de inversiones registrados con activos bajo gestión superiores a $85 millones y un patrimonio superior a $1 millón.
- La contraparte implicada en la transacción no debe ser el propio QPAM ni estar afiliada al QPAM o al fiduciario designado. Una entidad relacionada se define como aquella en la que el QPAM posee una participación accionaria del 10% o más, o cuando una persona que controla o está controlada por el QPAM tiene una participación del 20% o más. De igual forma, si la parte interesada controla o está controlada por una entidad, debe tener una participación del 20% o más en el QPAM.
- El gestor de activos debe confirmar explícitamente por escrito al cliente que actúa como fiduciario.
- El QPAM es responsable de negociar los términos de la transacción y de tomar decisiones en nombre del plan respecto a su participación en la operación.
- Un QPAM no debe tener condenas relacionadas con actividades específicas que puedan comprometer la confianza financiera.
Al cumplir con estos criterios, los gestores profesionales de activos calificados pueden desempeñar su papel en el panorama financiero con confianza.
Conclusión
Los gestores profesionales de activos calificados desempeñan un papel crucial al asistir a las instituciones en sus decisiones de inversión, especialmente en la gestión de cuentas de jubilación como los planes de pensiones. Al utilizar la experiencia de los QPAMs, los fondos de inversión pueden superar las restricciones impuestas por las normas ERISA y participar en transacciones que de otro modo estarían prohibidas. Esta ventaja normativa, conocida como la exención QPAM, abre nuevas vías de inversión para los fondos.
Para calificar como QPAM, las instituciones deben cumplir criterios específicos definidos por el Departamento de Trabajo, como contar con un determinado nivel de capital social o patrimonio neto, o ser asesores de inversiones registrados con un volumen sustancial de activos bajo gestión. Estos requisitos garantizan la competencia y la estabilidad financiera de los QPAMs.
Los fiduciarios que contratan QPAMs pueden beneficiarse de una reducción en la responsabilidad personal por posibles errores, siempre que actúen con prudencia al utilizar los servicios del QPAM. Sin embargo, es importante tener en cuenta que emplear un QPAM no los exime de sus deberes fiduciarios.