Recibos de Depósito Americanos (ADRs): Acceso a acciones extranjeras en EE. UU.
Los ADR son certificados emitidos por bancos estadounidenses que representan acciones extranjeras, negociados en bolsas estadounidenses en dólares. Son accesibles para inversores en EE. UU., pero pueden conllevar doble imposición y opciones limitadas.
Conceptos básicos
Un Recibo de Depósito Americano (ADR) es un certificado emitido por un banco depositario estadounidense que representa una o varias acciones de una compañía extranjera. Los ADR se negocian en los mercados bursátiles de EE. UU. como si fueran acciones nacionales, permitiendo a los inversores estadounidenses comprar acciones de empresas extranjeras que, de otro modo, serían inaccesibles. Esto beneficia tanto a los inversores estadounidenses como a las empresas extranjeras al simplificar el acceso al capital estadounidense.
Los ADR son valores denominados en dólares estadounidenses que representan acciones extranjeras y están custodiados por bancos de EE. UU. Se negocian en dólares y se liquidan a través de los sistemas estadounidenses. Los bancos de EE. UU. compran las acciones extranjeras y emiten ADR para su negociación, que puede producirse en NYSE, Nasdaq o en mercados extrabursátiles (OTC). Las empresas extranjeras facilitan la información financiera para la evaluación por parte de los inversores estadounidenses.
Breve historia de los ADR
Los Recibos de Depósito Americanos revolucionaron la forma en que los inversores en EE. UU. acceden a las acciones de empresas extranjeras. Antes de que surgieran los ADR en la década de 1920, comprar acciones de compañías no listadas en EE. UU. implicaba tratar con complejas bolsas internacionales, un panorama desalentador. Aún hoy persisten desafíos, como el cambio de divisas y las diferencias regulatorias. Los inversores estadounidenses deben navegar regulaciones extranjeras y, en ocasiones, abrir cuentas fuera del país, ya que no todos los corredores nacionales facilitan operaciones internacionales.
Los ADR nacieron para simplificar este proceso, pioneros por el predecesor de J.P. Morgan, Guaranty Trust, en 1927. El primer ADR permitió a los inversores estadounidenses comprar acciones del minorista británico Selfridges. Posteriormente, en 1931, el banco introdujo el primer ADR patrocinado para la compañía musical británica EMI. Hoy, J.P. Morgan y BNY Mellon siguen siendo actores clave en el mercado de ADR, facilitando inversiones globales.
Categorías de ADR
Los recibos de depósito americanos se presentan en dos categorías principales:
- ADRs patrocinados:
- Un banco emite ADR patrocinados en nombre de una compañía extranjera mediante un acuerdo legal.
- La empresa extranjera generalmente asume los costos de emisión y mantiene el control, mientras que el banco gestiona las transacciones con los inversores.
- Los ADR patrocinados varían según el cumplimiento de la empresa extranjera con las normas de la SEC y los procedimientos contables estadounidenses.
- La mayoría de los ADR patrocinados están registrados ante la SEC y cotizan en las principales bolsas estadounidenses.
- ADRs no patrocinados:
- Estos ADR son emitidos por un banco sin la participación o permiso directo de la empresa extranjera.
- Varios bancos estadounidenses pueden emitir ADR no patrocinados para la misma compañía extranjera, potencialmente con diferentes ofertas de dividendos.
- Los ADR no patrocinados se negocian exclusivamente OTC y no otorgan derechos de voto.
Hay más de 2.000 ADR disponibles, que representan a compañías de más de 70 países.
Niveles de ADR
Los ADR se clasifican en tres niveles según el grado de compromiso de la empresa extranjera con los mercados estadounidenses:
- Nivel I Los ADR de Nivel I son los más básicos. Se usan cuando las empresas extranjeras no califican o prefieren no listar sus ADR en una bolsa. Los ADR de Nivel I se negocian OTC y tienen requisitos mínimos ante la SEC. Ofrecen una forma económica para que las empresas extranjeras evalúen el interés de los inversores estadounidenses.
- Nivel II Los ADR de Nivel II, al igual que los de Nivel I, no se utilizan para recaudar capital, sino para establecer una presencia de negociación en una bolsa. Tienen requisitos de la SEC algo más estrictos que los de Nivel I, pero ofrecen mayor visibilidad y volumen de negociación.
- Nivel III Los ADR de Nivel III son los más prestigiosos. Los emisores realizan una oferta pública de ADR en una bolsa de EE. UU. Pueden establecer una presencia de negociación significativa y recaudar capital en los mercados financieros estadounidenses, cumpliendo plenamente con los requisitos de información de la SEC.
Representación, seguimiento y comisiones
Un ADR puede representar las acciones subyacentes en una proporción uno a uno, una fracción de acción o múltiples acciones de la empresa extranjera. El banco depositario fija la relación entre los ADR estadounidenses y las acciones del país de origen para atraer inversores. Si el valor del ADR es demasiado alto, podría desalentar a los inversores; si es demasiado bajo, podría percibirse como más arriesgado.
Los ADR siguen de cerca la acción de la compañía en su bolsa de origen debido al arbitraje, donde los activos se compran y venden simultáneamente en distintos mercados para aprovechar diferencias de precio.
Invertir en ADR puede implicar comisiones adicionales que no se ven con las acciones nacionales. El banco depositario puede cobrar una tarifa de custodia, normalmente de uno a tres centavos por acción, detallada en el prospecto del ADR. Esta tarifa se deduce de los dividendos o se traslada al corredor del inversor.
Dividendos e impuestos
Los tenedores de ADR reciben dividendos y plusvalías en dólares estadounidenses, con el banco deduciendo normalmente gastos de conversión de moneda e impuestos extranjeros. Para evitar la doble imposición sobre las plusvalías, los inversores americanos deben solicitar un crédito al IRS o un reembolso a la autoridad fiscal del país extranjero. Para profundizar en los ADR y temas financieros relacionados, explorar cursos de inversión de calidad es una opción recomendable.
Ventajas y desventajas de los ADR
Los ADR ofrecen ventajas y desventajas. Al igual que las acciones, se negocian en bolsas o extrabursátil y facilitan el acceso y seguimiento mediante datos de mercado. Están disponibles directamente a través de corredores estadounidenses, lo que elimina la necesidad de canales extranjeros. Sin embargo, los ADR conllevan riesgo cambiario, ya que su valor depende de las fluctuaciones del tipo de cambio.
Los ADR ayudan a diversificar carteras a nivel global, pero pueden implicar doble imposición y ofrecer una selección limitada de entidades extranjeras listadas. Los ADR no patrocinados pueden no cumplir con las normas de la SEC y carecer de la implicación de la empresa. Aunque los ADR mitigan el riesgo de intercambio directo de divisas, los inversores pueden enfrentar comisiones de conversión para vincular valores extranjeros y nacionales.
Conclusión
Los Recibos de Depósito Americanos permiten a los estadounidenses invertir en empresas extranjeras que no suelen cotizar en el mercado bursátil de EE. UU. Los ADR simplifican la inversión en acciones extranjeras, haciéndola tan directa como las acciones domésticas. Este mecanismo también beneficia a las empresas extranjeras al facilitar la recaudación de capital en el mercado estadounidense. Es importante tener en cuenta que los precios de los ADR están influenciados tanto por el precio local de la acción como por las fluctuaciones del tipo de cambio de la moneda nacional frente al dólar estadounidense.