Cuales son los obstaculos juridicos a la integracion vertical?
Conceptos básicos
La integración vertical implica expansión interna o fusiones, cada una con consideraciones legales distintas. Mientras que la expansión interna evita problemas legales, las fusiones se enfrentan al escrutinio de las leyes antimonopolio. Comprender las implicaciones legales de la integración vertical es vital para las empresas. El cumplimiento de las leyes antimonopolio, la consideración de la competencia y la evitación de prácticas de fijación de precios garantizan un proceso de integración jurídicamente sólido.
¿Cuáles son los obstáculos legales a la integración vertical?
Las estrategias de integración vertical pueden ejecutarse mediante expansión interna o fusiones, cada una de las cuales conlleva sus propias consideraciones jurídicas. La expansión interna protege a las empresas de los desafíos legales, a diferencia de las fusiones, que pueden enfrentarse al escrutinio de las leyes antimonopolio.
Las fusiones que implican integración vertical entran dentro de la jurisdicción de la Ley Antimonopolio Clayton de 1914. Esta legislación complementa la Sherman Antitrust Act de 1890, proporcionando directrices para las transacciones regidas por las leyes antimonopolio. Los tribunales aplican la Ley Clayton para evaluar la legalidad de las fusiones de integración vertical, centrándose principalmente en su impacto sobre la competencia en el mercado.
Al evaluar la legalidad de una fusión, los tribunales sopesan cuidadosamente los factores favorables y contrarios a la competencia caso por caso. Entran en juego diversas consideraciones, como los posibles cambios en las pautas de comportamiento del sector derivados de la integración. Por ejemplo, si un proveedor puede perder su mercado, los minoristas se ven privados de suministros esenciales o los competidores ven obstaculizado su acceso a los recursos, la integración puede considerarse contraria a la competencia. Además, si una fusión otorga un poder de mercado excesivo a una sola empresa, disuadiendo así a nuevos competidores, la competencia en el mercado será aún más preocupante.
Decisiones históricas del Tribunal Supremo: Integración vertical, poder de mercado y fijación de precios
A lo largo de los años, el Tribunal Supremo ha tomado varias decisiones históricas relacionadas con la integración vertical. En el caso United States v. E. I. du Pont de Nemours & Co, el tribunal declaró ilegal la integración vertical. Esta sentencia fue motivada por la adquisición de una participación del 23% en General Motors, que excluía a otros proveedores de pintura y tejidos para automóviles. Esta exclusión de las ventas se consideró perjudicial para la competencia.
Ford Motor Co. contra Estados Unidos presentó otro caso significativo. El deseo de Ford Motors de adquirir Autolite, un fabricante de bujías, fue condenado. El Tribunal Supremo reconoció que esta integración consolidaría un poder de mercado excesivo, desalentando a los competidores potenciales. El argumento de Ford Motors de que la adquisición aumentaría la eficacia de Autolite fue desestimado, ya que los posibles efectos anticompetitivos tenían mayor peso.
La integración vertical también se ha asociado a prácticas de fijación de precios, concretamente al mantenimiento de los precios de reventa. Tales acciones violan explícitamente las leyes antimonopolio e incurren en severas sanciones legales. En particular, en 1989, Panasonic tuvo que reembolsar a los consumidores 16 millones de dólares debido a la fijación de precios, ya que habían pagado entre un 5 y un 10% más de lo que debían.
Conclusión
A medida que las empresas navegan por el reino de la integración vertical, es crucial comprender las implicaciones legales. El cumplimiento de las leyes antimonopolio, la consideración de la competencia y la evitación de prácticas de fijación de precios son esenciales para garantizar un proceso de integración jurídicamente sólido.