Economías de Corea del Norte y Corea del Sur
La economía de Corea del Norte está estrictamente controlada y aislada, lo que provoca que no satisfaga las necesidades básicas de su población. A los economistas les resulta difícil analizar la economía norcoreana porque los datos disponibles son inexistentes, poco fiables o están desactualizados. Por el contrario, la economía de Corea del Sur es una de las más avanzadas y productivas del mundo, situándose en el puesto 12 a nivel mundial por producción anual. El crecimiento económico de Corea del Sur depende en gran medida de las exportaciones, y el país es líder en el mercado mundial de semiconductores y chips de memoria.
Conceptos básicos
Tras la conclusión de la Guerra de Corea en 1953, Corea del Sur y Corea del Norte emprendieron trayectorias divergentes. Separadas por la zona desmilitarizada (DMZ), una franja estrecha de cuatro kilómetros que delimita el paralelo 38, las dos Coreas se hallan en circunstancias opuestas.
En el territorio meridional, Corea del Sur ha desarrollado una de las economías más avanzadas del planeta. En marcado contraste, la contraparte norteña está bajo el control de una dictadura militar que ejerce un riguroso dominio sobre los asuntos económicos. Corea del Norte, que enfrenta escasez alimentaria persistente y problemas nutricionales, afronta múltiples dificultades abrumadoras.
Economía de Corea del Norte: dominio de la dinastía Kim y aislamiento
Corea del Norte, país prolongadamente dominado por la dinastía Kim, es uno de los estados más recluidos del mundo. Gobernada por la dictadura militar de Kim Jong-un, la economía permanece bajo estricto control, abarcando casi todos los aspectos de la producción y la distribución.
El enfoque principal de la dinastía Kim se ha centrado históricamente en su supervivencia política y en la búsqueda de armamento nuclear. En consecuencia, el avance económico del país ha quedado relegado. Debido a su profundo aislamiento, en parte atribuido a las sanciones internacionales derivadas de su programa nuclear, y a la fiabilidad cuestionable de los datos publicados por el gobierno, los detalles precisos del desempeño económico anual de Corea del Norte siguen siendo esquivos. En 2022, la CIA estimó que el PIB del país rondaba los $36 mil millones.
Privación persistente en Corea del Norte
A lo largo de su historia, Corea del Norte ha tenido dificultades para atender a su población, con solo un breve periodo de fortaleza económica en la década de 1960, cuando llegó a superar a su contraparte meridional. Un grave colapso económico en los años noventa devastó Corea del Norte, provocando una contracción cercana a un tercio y la trágica pérdida de cientos de miles de vidas por inanición.
Aunque las condiciones han mejorado en cierta medida, la privación sigue siendo generalizada. En 2017, el Banco Mundial informó que más del 50% de los norcoreanos carecían de acceso a la electricidad. De forma notable, generadores chinos, recientemente instalados, suministran ahora más de un tercio de la electricidad consumida en la capital, Pionyang.
Asistencia internacional a Corea del Norte
A pesar de que el régimen norcoreano profesa el principio de autosuficiencia conocido como Juche, recibe habitualmente ayuda y apoyo de diversas entidades internacionales, incluido Naciones Unidas y un grupo selecto de países. El principal entre estos apoyos es China, fuente primaria de asistencia económica y diplomática para Corea del Norte.
Movimientos incrementales hacia la reforma económica
En los últimos tiempos, el gobierno norcoreano ha permitido iniciativas limitadas de libre mercado, fomentando la aparición de una incipiente clase media formada por comerciantes y pequeños emprendedores. Informes indican que Kim Jong-un está contemplando medidas adicionales para avanzar y reconfigurar la economía nacional.
Una vía factible para abrir camino al progreso económico en Corea del Norte consiste en explotar sus abundantes recursos naturales, valorados en billones de dólares. Esta es una motivación clave por la que países vecinos como China y Rusia muestran un vivo interés en invertir en Corea del Norte, especialmente en su infraestructura de transporte poco desarrollada.
Ascenso económico notable de Corea del Sur
El recorrido económico de Corea del Sur tras la Guerra de Corea, conocido popularmente como el "Milagro del Río Han", representa una transformación espectacular. Antes marcada por la pobreza y la inestabilidad política, Corea del Sur no solo ascendió hasta formar parte de las economías de billones de dólares, sino que también aseguró un lugar dentro del prestigioso Grupo de los 20.
Hoy, Corea del Sur ostenta el duodécimo mayor PIB del mundo y alberga marcas globales reconocidas como Samsung Electronics y Hyundai Motor. Es el principal exportador mundial de semiconductores y chips de memoria, aunque afronta una creciente competencia por parte de China, y figura entre las naciones líderes en exportación de automóviles. En marcado contraste con el aislamiento casi total de Corea del Norte del comercio internacional, Corea del Sur se ha convertido en un actor clave en el escenario exportador global.
Desafíos económicos complejos de Corea del Sur
Aunque disfruta de una democracia próspera, el panorama económico de Corea del Sur presenta dinámicas complejas, con la intervención gubernamental en la conformación de estrategias industriales. El país depende en gran medida de las exportaciones, que constituyen aproximadamente el 40% de su PIB. En consecuencia, cualquier desaceleración global impacta de forma significativa. Si bien los responsables de políticas han subrayado la necesidad de cultivar vías alternativas de crecimiento, como fortalecer la demanda interna, el progreso en este ámbito ha sido lento.
El crecimiento económico de Corea del Sur se ha desacelerado y se prevé que continúe a un ritmo moderado, reflejando la tendencia de la mayoría de las economías avanzadas. The CIA World Factbook anticipa tasas de crecimiento anual en el rango del 2% al 3% más allá de 2018. Además, Corea del Sur enfrenta diversos retos socioeconómicos, incluidos el desempleo juvenil, la pobreza entre los ancianos y patrones demográficos menos favorables.
Conclusión
Corea del Norte y Corea del Sur han seguido caminos económicos profundamente distintos desde la Guerra de Corea. La economía norcoreana, estrechamente controlada y aislada, lucha por cubrir las necesidades básicas y se ve obstaculizada por datos poco fiables. Mientras tanto, Corea del Sur ha alcanzado un éxito económico notable, apoyado en gran medida en las exportaciones, especialmente en semiconductores y automoción. A pesar de desafíos como la desaceleración del crecimiento y problemas socioeconómicos, la transformación de Corea del Sur en una potencia económica global contrasta de forma radical con el aislamiento y la privación de Corea del Norte.