¿Qué es Basilea II y por qué fracasó?
Basilea II, el segundo de los tres Acuerdos de Basilea, exige que los bancos mantengan una reserva mínima de capital del 8% de sus activos ponderados por riesgo, además de proporcionar directrices para calcular los ratios de capital. El segundo pilar se centra en la supervisión regulatoria, abordando riesgos sistémicos, de liquidez y legales. Sin embargo, durante el colapso de las hipotecas subprime de 2008 y la Gran Recesión, Basilea II subestimó los riesgos, contribuyendo a un sistema financiero excesivamente apalancado y con capital insuficiente.
Conceptos básicos
En 2004, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea introdujo Basilea II, un conjunto de normas bancarias internacionales. Este marco se basa en las reglas de Basilea I, el primer acuerdo regulatorio, ampliando los requisitos mínimos de capital. Además, Basilea II estableció un marco para la supervisión regulatoria e introdujo nuevos requisitos de divulgación para evaluar la adecuación de capital de los bancos.
¿Qué es Basilea II?
Basilea II, el segundo de los tres Acuerdos de Basilea, se centra en tres pilares principales: requisitos mínimos de capital, supervisión regulatoria y disciplina de mercado. Su objetivo es estandarizar la regulación bancaria entre países y reducir los riesgos en el sistema bancario. El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, con representantes de varios países, supervisa estas normas. Aunque el Comité carece de autoridad coercitiva, se apoya en los reguladores de los países miembros para implementar y aplicar las reglas, y éstos pueden incluso adoptar medidas más estrictas si es necesario.
Directrices & Requisitos de Basilea II
Basilea II, apoyándose en Basilea I, introdujo directrices para calcular los ratios regulatorios mínimos de capital y confirmó que los bancos deben mantener una reserva de capital de al menos el 8% de sus activos ponderados por riesgo. El capital regulatorio elegible se divide en tres niveles, siendo el Tier 1 el capital principal del banco, compuesto por acciones ordinarias, reservas declaradas y ciertos otros activos. El Tier 2 consiste en capital suplementario, que incluye reservas por revalorización, instrumentos híbridos y préstamos subordinados a mediano y largo plazo. El Tier 3 comprende deuda subordinada no garantizada de menor calidad.
Un aspecto esencial de Basilea II es la definición de activos ponderados por riesgo, que determina si un banco cumple con sus requisitos de reserva de capital. Este enfoque desincentiva que los bancos asuman riesgos excesivos con sus tenencias. A diferencia de Basilea I, Basilea II considera la calificación crediticia de los activos al determinar sus ponderaciones de riesgo, con calificaciones más altas resultando en ponderaciones más bajas. Esta innovación busca mejorar la precisión en la evaluación del riesgo y promover un sistema bancario más seguro y estable.
Supervisión regulatoria y disciplina de mercado
El segundo pilar se centra en la supervisión regulatoria, ofreciendo un marco para que los organismos regulatorios nacionales aborden el riesgo sistémico, el riesgo de liquidez y los riesgos legales. El tercer pilar es la disciplina de mercado, que introduce requisitos de divulgación para aumentar la transparencia sobre las exposiciones a riesgos de los bancos, los procesos de evaluación del riesgo y la adecuación de capital. El objetivo general de Basilea II es crear un sistema bancario más estandarizado y transparente, mitigando riesgos y asegurando prácticas comerciales sólidas entre las entidades bancarias.
Ventajas & Desventajas de Basilea II
Ventajas de Basilea II
- Clarificó y amplió la regulación de Basilea I, proporcionando un marco más completo para la supervisión bancaria.
- Abordó innovaciones financieras y nuevos productos que surgieron tras Basilea I, manteniendo las normas actualizadas frente a prácticas de mercado en evolución.
Desventajas de Basilea II
- Fue considerado un "fracaso miserable" en su misión central de hacer el mundo financiero más seguro, ya que subestimó los riesgos involucrados en las prácticas bancarias actuales.
- Contribuyó a un sistema financiero sobreapalancado y con capital insuficiente, como quedó patente durante el colapso de las hipotecas subprime de 2008 y la Gran Recesión.
- Puso de manifiesto debilidades en la gobernanza, la gestión de riesgos y las estructuras de incentivos, lo que condujo a una mala valoración del crédito y del riesgo de liquidez, y a un crecimiento crediticio excesivo.
- Requirió reformas y complementariedad con Basilea III debido a deficiencias en la gestión y supervisión del riesgo, indicando la necesidad de mejoras adicionales en la regulación bancaria.
La necesidad de Basilea III
El colapso de las hipotecas subprime en 2007 y la consiguiente crisis financiera global revelaron la insuficiencia de las normas establecidas bajo Basilea I y Basilea II para controlar los riesgos asumidos por ciertos bancos y las amenazas potenciales al sistema financiero global. En respuesta, se introdujo Basilea III durante la crisis y actualmente se está implementando para abordar mejor estos riesgos.
Conclusión
Basilea II, el segundo de los tres Acuerdos de Basilea, pretendía estandarizar la regulación bancaria entre países y reducir los riesgos del sistema bancario. Sin embargo, su subestimación de riesgos durante el colapso de las hipotecas subprime de 2008 y la Gran Recesión contribuyó a un sistema financiero excesivamente apalancado y con capital insuficiente. Aunque Basilea III fue introducido para afrontar mejor estos riesgos, sigue existiendo la necesidad de mejoras adicionales en la regulación bancaria.