Que es una llamada del fin del mundo en los bonos?
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Que es una llamada del fin del mundo en los bonos?

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Una opción de recompra anticipada, conocida en inglés como "doomsday call," es una provisión financiera en un bono que permite al emisor reducir el riesgo de tasa de interés al redimir el bono y devolver el principal y los intereses acumulados antes del vencimiento. Esta opción de recompra puede disminuir el interés total pagado sobre el bono porque acorta su plazo. También tiene el potencial de reducir el rendimiento del bono. La opción de recompra anticipada puede beneficiar al tenedor del bono al especificar lo que recibirá si el emisor decide ejercerla.

Fundamentos

Una opción de recompra anticipada actúa como una provisión contractual que permite al emisor del bono mitigar el riesgo de tasa de interés mediante la redención anticipada, que implica el reembolso tanto del principal como de los intereses acumulados antes de la fecha de vencimiento del bono.

Explorando una opción de recompra anticipada

Una opción de recompra anticipada, representada por "DD" en las cotizaciones de bonos, es una opción que otorga al emisor o al inversionista la autoridad para redimir el bono prematuramente. Al ejercerse, puede reducir el rendimiento del bono acortando su plazo, disminuyendo el total de intereses desembolsados. Conocida informalmente como "llamada de Canadá," esta provisión se incorpora frecuentemente en bonos emitidos por corporaciones canadienses.

Los emisores de bonos rara vez optan por una recompra anticipada, principalmente porque generalmente es más ventajoso dejar que el bono llegue a su vencimiento. No obstante, cuando se producen caídas significativas en las tasas de interés, un emisor podría encontrar beneficioso ejercer la recompra anticipada. Esto les permite introducir nuevos bonos a tasas de interés reducidas, con el emisor reembolsando el principal y los intereses acumulados antes de lo previsto.

Una provisión de recompra anticipada está estructurada para mantener un rendimiento designado para el tenedor del bono, ofreciendo una reducción de riesgo al permitir el reembolso anticipado del principal. El nombre ominoso proviene de la posible pérdida del tenedor del bono de una tasa de cupón más alta si el emisor ejerce esta opción. Por el contrario, para el emisor, la provisión tiene implicaciones positivas, ya que potencialmente reduce sus costos de endeudamiento.

Una opción de recompra anticipada protege al tenedor del bono, especificando el resultado preciso en caso de que el emisor decida ejercer la opción. Típicamente, esta provisión prescribe que el bono será redimido por una suma predeterminada y fija. Esta cantidad predeterminada se basa en un margen específico sobre los rendimientos de los bonos del gobierno o el valor nominal del bono, lo que sea mayor.

El origen de las opciones de recompra anticipada

Las opciones de recompra anticipada, inicialmente conocidas por otro nombre, se remontan a la introducción de bonos con esta característica por Domtar, un fabricante canadiense de productos de papel, en 1987. Posteriormente, surgió el término "llamada de Canadá," ofreciendo una alternativa menos sombría para aquellos que encontraban el nombre original demasiado lúgubre.

Conclusión

La opción de recompra anticipada en el mundo financiero proporciona tanto a los emisores como a los tenedores de bonos una herramienta única para gestionar el riesgo de tasa de interés. Esta provisión permite la redención anticipada del bono, reduciendo los gastos por intereses y potencialmente afectando el rendimiento del bono. Aunque no se ejerce con frecuencia, puede ser ventajosa cuando las tasas de interés bajan significativamente, permitiendo a los emisores vender nuevos bonos a tasas más bajas. Para los tenedores de bonos, la opción de recompra anticipada sirve como una salvaguardia, delineando claramente los términos y resultados de la ejecución de la provisión. A pesar de su nombre ominoso, la opción de recompra anticipada es un mecanismo valioso en el mercado de bonos, con sus orígenes que datan de finales de la década de 1980 y su introducción formal por parte de Domtar, ofreciendo una opción menos intimidante tanto para los emisores de bonos como para los inversionistas.

Doomsday Call